La dirección de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos mejora control de recolectores de basura

La dirección de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos inició una revisión a recolectores voluntarios de basura, para actualizar datos y revisar que todos estén en orden.

Inspectores de la dependencia acuden al tiradero municipal para realizar las tareas de revisión y chequeo de documentación a recolectores voluntarios de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), y con ello contribuir a la correcta disposición de residuos en el tiradero de Peñasco.

Sr recordó que este año se renovaron las credenciales de cada uno de los recolectores, así como los engomados que cada vehículo debe mantener visible.

Frecuentemente, personal de la dirección de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos sostiene reuniones con recolectores voluntarios de base que reciclan en zona de transferencia, para intercambiar ideas de mejora de procesos.

Se destacó que como parte de la agenda de trabajo 2023 se está regularizando el acceso de los recolectores voluntarios en el tiradero de Peñasco”, los cuales deben refrendar su permiso para seguir trabajando; en la capital son alrededor de 500 las personas que oficialmente se dedican a la recolección particular de basura.

Gracias a su labor, mensualmente ingresa un promedio de tres mil 200 toneladas de desechos a zona de transferencia de Milpillas, y a su vez se genera su transferencia en Sitios de Disposición Final en el relleno Sanitario de San Juanico.

Por ello, se reforzó la inspección de camionetas, carretones y vehículos privados que deben tener su documentación en regla para que sigan operando, y con ello detectar a aquellos recolectores de RSU ilegales y que, según se ha detectado, disponen de la basura en tiraderos clandestinos.

Se destacó que para ese año se tiene una agenda muy diversa que va desde la inspección de la quema en las ladrilleras hasta el cuidado de las mascotas que empieza con la vacunación y cremación de animales muertos.

Otra acción es el saneamiento y remediación de lotes baldíos, donde vecinos acumulan toda clase de desperdicios, los abandonan y se convierten en peligrosos focos de infección.