Nuestros gobernantes deben tomar en serio el problema de inseguridad y crimen organizado, pero sobre a la población y las peticiones que les hacen en torno a esta situación; señaló el vocero de la Arquidiócesis Potosina, Juan Jesús Priego Rivera, quien apuntó que es necesario que haya una depuración de lo que se tenga que limpiar y así trabajar por un país más seguro, pues la corrupción y el crimen son problemas que cuestan mucho dinero.
Informó que el arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, participó de la reunión que tuvieron los integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) con el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, en donde a puerta cerrada trataron el tema de las declaraciones que hizo el obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, del encuentro que tuvo con miembros del crimen organizado.
“Todos los obispos de México se encuentran reunidos en este momento precisamente en la casa del Episcopado Mexicano; seguramente este encuentro tuvo lugar en esa casa y seguramente estuvo el señor arzobispo de San Luis, porque es un tema nacional no es un tema de regiones o de áreas determinadas de México, es un tema que nos interesa a todos y no queremos que el gobierno baje la guardia amedrentado por los delincuentes”, expresó.
SLP no queda descartado que existan áreas donde la población y la iglesia corran riesgo de verse amenazados por el crimen organizado
Indicó que por el momento no se ha llegado a ninguna conclusión con respecto a este tema, y que hasta que concluyan los encuentros que están teniendo los miembros de la CEM será el mismo arzobispo, Jesús Carlos Cabrero, quien pueda detallar los puntos que se trataron en la reunión.
El presbítero manifestó que nuestro Estado no queda descartado que existan áreas donde, tanto la población como la iglesia, corran riesgo de verse amenazados por el crimen organizado; comentó que por lo general en las zonas fronterizas es donde comúnmente se refugian las personas que se encuentran fugitivas de otros Estados.
“En las parroquias donde hay frontera con otro Estado es muy común que haya pequeñas células de crimen organizado. San Luis no está exento pues está la zona con Zacatecas o en la parte hay colindancia con Hidalgo y otros estados, Veracruz, etc., donde hay problemas muy serios de seguridad”, añadió.
Finalmente reiteró que la iglesia no es partidaria de entablar diálogo con los delincuentes, pues consideró que estos violentan los derechos de las personas, sin embargo opinó que el caso del obispo Salvador Rangel es muy particular debido a que la zona donde se encuentra está prácticamente dominada por la delincuencia.