El Banco de Alimentos de San Luis Potosí (BAALI) tiene actualmente 180 mil beneficiarios, sin embargo la necesidad es de 600 mil personas, destacó Héctor D’Argance Villegas, presidente del organismo, quien indicó que la clase media ya ha sido alcanzada por la pobreza alimentaria.
D’Argance Villegas señaló que a raíz de la crisis económica por la pandemia y ahora la inflación, han aumentado la cantidad de personas que recurren al Banco de Alimentos para costear sus necesidades alimenticias, “las empresas tienen paros técnicos, recortaron o de plano cerraron, y se quedó sin empleo mucha gente y recurren a nosotros”.
Recordó que el BAALI ya tiene presencia en las cuatro regiones del estado, y actualmente cuenta con 180 mil beneficiarios, pues este año incrementaron 10 mil personas más con respecto a 2021, sin embargo la necesidad es de 600 mil personas, “nos sentimos impotentes de no poder hacer más por la gente”.
Indicó que además de la situación generada por la pandemia, la inflación que se ha tenido este año también ha afectado a la población, “ya no se alcanza a comprar lo mínimo indispensable con los salarios que se ganan a pesar de que se incrementó en buen rango este año, pero con la inflación de nada sirvió el incremento al salario, y no va a servir nunca el alza al salario si no se controla la inflación”.
Por ello destacó la necesidad de que se controlen los precios en combustibles como el gas y la gasolina, que son los que derivan en un alza en los precios de los productos; aunado a ello, destacó los problemas que han comenzado a tener los productores agrícolas, quienes ahora son obligados a pagar una especie de derecho de piso a los delincuentes, lo que también lleva a un alza en el precio de los productos del campo.
Cabe mencionar que además de la despensa a bajo costo, el BAALI ofrece cursos de capacitación para el autoempleo y becas de estudio a sus beneficiarios.