Lo que más se desperdicia en las empresas es la sabiduría colectiva, puesto que las personas que laboran en estas no saben cómo crear puentes de comunicación nítidos, asertivos, oportunos, sencillos y claros entre ellas. Para poder capitalizar la experiencia que se tiene de manera conjunta es importante ejercer una buena comunicación.
Así lo expresó en entrevista a El Sol de San Luis, Raciel Sosa, experto en desarrollo humano, liderazgo personal, organizacional e interpersonal, quien señaló que, un conflicto que se ha vuelto muy común en las organizaciones es el choque generacional de sus colaboradores.
Explicó que, todos los líderes que hoy están dirigiendo las empresas fueron educados, formados y dirigidos por personas del siglo XX (padres, maestros, jefes, etc.), mientras que los “millennials” y ahora los “centennials”, que es una nueva generación, vienen con un paradigma diferente.
“Hemos encontrado en las empresas que hay un conflicto muy serio entre las nuevas y viejas generaciones. Lo que, por ejemplo, yo viví durante toda mi madurez y cuando era joven, no se parece en nada a lo que espera un millennial o un centennial, estos todavía son más extremos en lo que esperan”, expresó.
En ese sentido, opinó que, lo único que va a poder crear un entorno donde las multigeneraciones no sea un problema, sino una ventaja competitiva para la empresa, es la comunicación asertiva y oportuna.
Expresó que, si lo pensamos bien, es positivo que las empresas tengan multigeneraciones de trabajadores. Las más grandes como la generación “X” y los “baby boomers” pueden aportar experiencia, sabiduría y vivencias que los más jóvenes aún no tienen; mientras que las generaciones de “millennials” y “centennials” aportan nuevas tecnologías, innovación y nuevas formas de trabajo expeditas. La combinación de esta sabiduría colectiva podría ser una gran ventaja competitiva.
No obstante, dijo, un obstáculo que a menudo enfrentan las empresas es la confrontación entre generaciones, por la diferencia de pensamientos, esto resta atención de los objetivos que se quieren lograr.
“¿Qué lo resuelve?, es sencillo, una buena comunicación. Cuando entre generaciones empieza a haber esa confrontación porque hay opiniones encontradas, las nuevas generaciones acusan a los demás de no quererse adaptar al cambio y las generaciones anteriores acusan a los jóvenes de querer resolverlos todo con el celular”, agregó.
Desde su perspectiva, Raciel Sosa externó que para evitar esa confrontación es importante que cada colaborador decida de manera personal hacer un cambio, pues afirmó que “los grandes cambios en la vida de los seres humanos siempre son de adentro hacia afuera”.
“Si tú rompes un huevo desde afuera, la vida se termina, pero cuando el huevo se rompe desde adentro la vida inicia. Entonces, los cambios son de adentro hacia afuera. Si yo quiero demostrarle a una generación más joven que mi experiencia es la que va a imperar y que yo tengo la razón, obviamente eso va a ser un obstáculo. Pero todo cambia si estoy abierto y muestro interés por aprender lo que otras generaciones me pueden enseñar, y viceversa”, resaltó.
Comunicación y conversaciones cruciales
Por otro lado, Raciel Sosa explicó que la comunicación tiene tres vertientes; la primera es la comunicación empática, que es muy importante porque permite a las personas estrechar vínculos afectivos; la segunda es la comunicación transaccional, en la que dos o más personas generan un entorno de colaboración; y la tercera es la comunicación que se da a través de las conversaciones cruciales, estas cambian la trayectoria de las personas.
Un ejemplo de una conversación crucial es cuando un trabajador le va a comunicar a su jefe que tiene qué renunciar porque le ofrecieron y mejor empleo, o viceversa, cuando un jefe tiene que despedir a un trabajador. También en la vida personal hay conversaciones cruciales, por ejemplo, cuando una persona tiene que comunicarle a su pareja que la relación ya no es funcional y debe terminarla.
“Las conversaciones cruciales tienen tres ingredientes: el tema es importante para la persona que la genera, suele haber opiniones encontradas y hay un alto nivel de emocionalidad; son esa clase de conversaciones que distingues porque cuando vas a hablar del tema se te seca la boca, tienes un vacío en el estómago o el corazón te palpita, porque vas a hablar de algo que te va a costar trabajo, y nadie nos entrena para manejar esas conversaciones que cambian dramáticamente los resultados que podemos obtener en nuestro ecosistema”, comentó.
Finalmente, indicó que la comunicación siempre ha sido esencial en el desarrollo de los seres humanos. “Hoy estamos en el siglo XXI, han pasado cien mil años desde que llegamos al planeta y la comunicación sigue siendo un tema relevante”, pues es la herramienta que se necesita para mejorar el liderazgo y el trabajo en equipo; con la comunicación se resuelven conflictos.