Jóvenes Seminaristas que se forman en el Seminario Arquidiocesano Guadalupano Josefino, A.R, recibieron el Ministerio del Lectorado y Acolitado de manos del Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, acompañado del Rector de dicho Seminario, Presbítero, Licenciado Luis Santiago Flores Lucio, del equipo formador de la Institución Religiosa, y de otros Sacerdotes, Religiosas(os) y fieles laicos que se unieron en oración para pedir a Dios por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas, pues hay carencia de Vocaciones y la Iglesia Católica Potosina requiere más jóvenes que entreguen y consagren su vida a Cristo.
En la imponente y arquitectónica Catedral metropolitana potosina, y en el marco del 157 aniversario de la Dedicación del Altar de la hermosa Catedral metropolitana potosina, hecha en 1866, en la Festividad de San Sebastián, Mártir, recibieron este Viernes 20 de Enero el Ministerio del Acolitado:
Hermano José Emmanuel Sánchez Guevara. Discípulo de Jesús y José Carlos Valadez Macías. El Ministerio del Lectorado lo recibieron: Oswaldo Esparza Reyes. Eduardo Silva Méndez. Pedro Pablo Ruíz Baltazar. Iván Alfredo Ramírez Segura.
En solemne concelebración Eucarística, los jóvenes entusiastas apasionados por seguir a Cristo bendito fueron felicitados por el Jerarca Católico que gustoso pidió aplausos para ellos, que decidieron entregarle valientemente su Vida al Dios del amor, del perdón y de la paz.
Los Seminaristas fueron presentados por el Rector del Seminario, Presbítero, Licenciado Luis Santiago Flores Lucio, para que les instituyera el Ministerio del Acolitado y Lectorado estando debidamente preparados.
El acólito se designa para ayudar al diácono y asistir al Sacerdote. Es su deber por lo tanto, ayudar en el servicio del Altar y asistir al Diácono y al sacerdote en celebraciones litúrgicas, especialmente en la celebración de la Misa. También deberá distribuir Sagrada Comunión como un ministro especial, cuando los ministros mencionados en Codex Iuris Canonici can 845 1no estén disponibles o no puedan por salud delicada, edad o algún otro compromiso de ministerio pastoral.
Deben cumplir con esta función, o cuando el número de comulgantes sea tan grande que la celebración de la Misa se torne prolongada excesivamente. En la misma circunstancia extraordinaria a un Acólito se le puede confiar el exponer públicamente el Santísimo Sacramento para la adoración de los fieles, y después guardarlo, pero no bendiciendo a la gente. El Acólito puede también, en la medida necesaria, encargarse de instruir a otros fieles que temporalmente son designados para asistir al sacerdote o Diácono en celebraciones litúrgicas, ya sea llevando el misal, la Cruz, las velas, etc., o cumpliendo con otras funciones. Cumplirá con estas funciones más dignamente si participa en la Santa Eucaristía con una devoción cada vez más ferviente, se alimenta de ella, y profundiza más su conocimiento sobre ella.
El Lectorado es un Ministerio (servicio) ejercido por varones, en la Iglesia, bien sea laicos o aquellos que dirigen sus pasos hacia el sacerdocio.
La importancia del Lectorado radica en que el lector instituido por su Obispo, sea capaz de transmitir con su vida, con sus obras y con sus acciones, un profundo amor a las Sagrada Escritura, traducido en su servicio: leyendo la Palabra que viene de Dios en las ceremonias litúrgicas de la Iglesia Católica.