Bajo el lema: "Cuida de él", este Viernes 10 de Febrero en el Santuario de San José y del Señor de los Trabajos, ubicado en la Alameda de la capital potosina (Universidad esquina con Negrete, zona centro), se llevará a cabo un "Rosario de Luces" a las 7:30 PM, presidido por el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, quien presidirá el rezo del Santo "Rosario de Luces" acompañado del Presbítero, Aarón Escobar Algarín, titular de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis Potosina, el cual se hará por la Alameda "Juan Sarabia" y se pedirá por los enfermos, por sus familias, por los que cuidan de ellos y por todo el personal de la salud.
, en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, con una solemne concelebración Eucarística, a las 11:00 AM, en la que se impartirá el Sacramento de la Unción de Enfermos.
Este recinto Mariano está ubicado en la calle de Brasil # 101. En la colonia Simón Díaz.
El Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, indicó:
"El Papa Francisco y el mismo Jesucristo en Su Evangelio de amor, nos piden, que tengamos piedad por nuestros enfermos y los cuidemos con suma caridad cristiana y amor entregado e incindicional”.
“Ellos claman con lágrimas nuestra ayuda desde su cama, los azota la enfermedad; ojalá que todos los sectores de nuestra población nos unamos y nos apoyemos, para que vivan con dignidad este duro trance por el que pasan". "Pido por ellos a Dios y bendigo a todo el personal sanitario para que les ofrezcan a nuestros enfermos un servicio y trato digno, y también pido a Dios, que nuestros enfermitos accedan a un espacio digno para vivir su enfermedad de forma menos dolorosa y mucho más dignificante”.
Monseñor Cavazos Arizpe, agregó:
“Pido a Dios que estas celebraciones nos permitan ver en el rostro de nuestros hermanos enfermos a Dios, sobre todo hemos de verlo en los más necesitados, en los enfermos de gravedad, marginados, en los que están solos y requieren de nuestro apoyo espiritual, moral, de nuestro acompañamiento en sus penas y aflicciones, en sus enfermedades incurables, crónicas y degenerativas, pero estoy cierto que con nuestro apoyo, esas enfermedades sean más llevaderas y su cruz de la enfermedad sea más ligera”.
"No dejemos de hacer oración constante, ferviente y perseverante por nuestros enfermos". "Démosles mucho amor y nuestros cuidados, ofrezcamos las Eucaristías, Confesiones y Comuniones Sacramentales, trabajos, sacrificios, por ellos, para que tengan fortaleza y esperanza en el sufrimiento de su enfermedad, pues muchos de ellos sufren lo indecible e inimaginable, Dios tenga piedad y misericordia de ellos y conceda mucha fortaleza a quienes los cuidan con esmero y amor, pero también con cansancio, que es mucho".
"Oremos también por todo el personal de la salud, para que siempre actúen con caridad cristiana y ética profesional en su profesión y Dios les retribuya todo el bien realizado en bien de sus enfermos".
"No olvidemos pedir por los doctoras(es) y enfermeras(os) todos los días, pues son pieza clave y fundamental para la salud de nuestros enfermos, para que Dios los ilumine y actúen con suma ética profesional, con honestidad y moral humana y cristiana, sin que los perturbe o desvíe interés personal alguno, siendo fieles a su vocación de entregarse al servicio de la salud, como lo hicieron en su "Juramento Hipocrático".
Dijo el Jerarca católico.