El Estado Mayor Presidencial le enviaba la lista de insumos… platillos con poca grasa y abundantes verduras, la carne de preferencia sin condimento y muy poca sal, así se preparaba la comida que se ofrecía al ex presidente de la República, Ernesto Zedillo, en sus visitas por San Luis Potosí. Las manos debían ser del chef Joel Bustamante Coronado.
Por órdenes del ex mandatario, Joel era el único encargado de la elaboración de sus alimentos, “nunca supe porqué, pero me considero afortunado de haber sido el chef que el presidente quería cuando venía para acá”, recordó en entrevista para El Sol de San Luis.
A lo largo de 30 años preparó los alimentos para los paladares más exigentes: desde el ex presidente español José María Alfredo Aznar López, hasta la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú… embajadores, gobernadores, chefs internacionales, diputados, artistas y un sinfín de personalidades del ámbito público y político.
Pero hoy, alejado de las grandes cocinas, es el encargado de servir “la botana” a los clientes de una cantina ubicada en el Centro Histórico de San Luis; para él no hay distingos en las personas, pues su único objetivo es mostrarle al mundo la rica gastronomía potosina sin importar en dónde ni a quién.
Egresado del Instituto Gastronómico en la Ciudad de México, en estas tres décadas, el chef Joel ha trabajado para importantes empresas internacionales, ha sido parte de la estructura gubernamental del Estado de San Luis Potosí y fue el encargado de magnos acontecimientos como la inauguración del aeropuerto internacional en esta capital y el evento Espacio 2005, además de viajar a lo largo y ancho de la República, mostrando las delicias potosinas.
En este momento está enfocado en darle “un vuelco” a las imágenes de las cantinas; crear nuevos conceptos para las personas que visitan este tipo de lugares. Joel es el encargado de cocinar la tradicional botana y la prepara con el mismo cuidado, dijo, como si nuevamente estuviera a cargo de la comida del priista Ernesto Zedillo.
“Este proyecto en esta pequeña cocina, la idea es darle el nivel que no hay de las cantinas en San Luis como las hay en otras ciudades, Guadalajara o México. Para mí estar en la cantina ha resultado como un descanso, ya no tengo que portar el uniforme, no tengo que tener la disciplina de un horario fijo y la situación compleja de los grandes restaurantes y grandes eventos, estoy tomándome un relax”.
Aunque su especialidad son los chiles en nogada, Joel disfruta mucho crear platillos con insumos de la zona semidesértica de la entidad, de donde han nacido dos platillos de su autoría: xoconostles al mezcal en salsa de garambullo y xoconostles especiados con miel de agave orgánica.
“Con esos insumos voy de lo dulce a lo salado, pasando por lo agridulce, muchas personas piensan que con esos insumos no se pueden elaborar muchas cosas, pero aparte de que tienen un poder nutrimental, también tienen la facilidad de que te permiten jugar con ellos y crear muchos platillos”.