La Alameda Central, el Mercado República, en Zona Centro, en avenida Carranza, Himno Nacional, Morales, B. Anaya, Avenida Industrias, lucen vacías.
En hora pico, las unidades de camiones urbanos en San Luis Potosí, las paradas se observan vacías, las pocas unidades que todavía circulan en la capital y su zona conurbada, se quedan estacionadas por horas en las principales paradas, para tomar algo de pasaje; hay camiones que van a tope de pasajeros, pero esto ocurre porque no hay muchos, pasan de manera esporádica.
Transitando por las principales zonas de subida y bajada, se ve que la mayoría de las rutas ya lucen vacías y se quedan estacionadas por mucho tiempo para llevar lo más posible de pasaje, no importando que tienen que guardar sana distancia durante el Covid-19.
Desde avenida Carranza las paradas se ven solas, uno que otro habitante de San Luis Potosí, espera una ruta “porque no le queda de otra”, algunos portan cubrebocas, pero son los menos.
Pareciera curioso que el hecho de que estén vacías, también refleja el mal estado de éstas, pues los Mercedes Benz amarillos y blancos, lucen abollados, sucios, destartalados, algunos incluso no tienen todos los asientos.
En uno de los puntos con mayor afluencia normal del centro histórico, se nota más que la pandemia ha afectado al sector del transporte público, pues en la Alameda que siempre se ha caracterizado por ser un punto de alta concentración de personas que a diario toman el camión, se ve medio vacía, personas esperan las unidades, algunas pasan y van prácticamente vacías.
Hay otras como la ruta 6 que pasan todavía muy abarrotadas, aún y cuando la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, SCT, ya ha dicho que todas debían de transportar máximo el 50 por ciento de la capacidad habitual.
En la calle Manuel José Othón, los camiones prácticamente están vacíos y las paradas lucen solitarias.
También en la zona de transferencia ha cambiado la dinámica, a raíz del covid-19, lo que antes se observaba repleto de camiones, hoy luce prácticamente solo, con uno que otro transeúnte que tiene que abordar a los urbanos.
De las siete paradas que hay ahí, sólo estaban ocupadas tres, con gente que se articulaba sin guardar la sana distancia, sin respetar ese metro que se ha recomendado para evitar contagios.
Los servicios de limpieza no han llegado a la zona, pues las papeleras están a reventar de basura, las jardineras se encuentran sin mantenimiento, las bancas, paredes y las instalaciones para dejar las bicicletas están grafiteadas.
En la zona, todavía se alcanza a ver a los vendedores de papitas y verduras, que aunque son muy pocos, aseguran tienen que salir a trabajar, pues viven al día.