Personas invidentes encontraron en la música la oportunidad de subsistir, ante la falta de conocimientos y el límite de oportunidades a los que se enfrentan en una ciudad, en donde el sector empresarial, se niega a contratar a quienes tiene capacidades diferentes.
Por las calles del Centro Histórico de San Luis Potosí, acuden al menos 10 invidentes, que tocan algún instrumento o cantan melodías, para recibir alguna caridad de los paseantes que arriban a este punto turístico.
Tal es el caso de Raymundo Contreras y Pedro Duque Lucio, que todos los días acuden a la calle Hidalgo, y durante siete horas realizan esta labor; los acompaña un acordeón, una guitarra y las ganas de sobresalir, en un mundo delimitado.
“Nosotros no tenemos el estudio necesario, para buscar un trabajo, nada más tenemos la primaria, no tengo los medios ni los recursos, para discapacitados es un bajo el sueldo, y no alcanza para nada”.
Su trabajo no es nada fácil, dicen, hay ocasiones que no sacan ni para el regreso a sus casas; los programas del gobierno no llegan a sus hogares y las oportunidades en alguna empresa son prácticamente nulas.
“A uno no lo quieren contratar porque somos ciegos, y dicen que no podemos hacer nada, no hay apoyos de ninguno, yo tengo mi esposa y mi hija, y tengo que sacar lo que necesita, no debo quebrarme”, remarcó don Raymundo
Los jóvenes Víctor Alfonso Cerda Niño y Alejandro González, continúan acudiendo al mismo punto; la calle Iturbide, cerca de la Plaza del Carmen, ellos al igual que Don Raymundo y Pedro Duque, cantan y tocan para comer.
“Es un gran esfuerzo, siempre les digo a las personas, que aprovechen sus sentidos, que no hay que estar de manera negativa, hay verle el lado positivo a las cosas, nosotros aquí seguimos, no nos rajamos, como dicen, vamos para adelante, yo me quiero superar”, reiteraron.