El arte popular y tradicional de la cestería en San Luis Potosí, se ha convertido a través de los años en el ejemplo viviente de los saberes de decenas de comunidades que componen esta entidad que a través del laborioso trabajo del tejido de palma han creado piezas únicas artesanales desde ornamentales hasta utilitarias.
En la comunidad de San Juan Capistrán, a 49 kilómetros de distancia de la capital y sólo a unos cuantos minutos del municipio de Santa María del Río, se encuentra la familia de la señora Mirta Leiva Pérez, quienes desde hace más de 75 años se dedican a elaborar la tradicional cestería que se vende en esta pequeña región del estado.
Mirta quien es una mujer artesana muy reservada, comenta para El Sol de San Luis que este oficio artesanal lo heredó de su familia materna quienes desde hace ya varias generaciones se dedican a elaborar piezas de palma.
“Se podría decir que son más de 100 años trabajando la palma, pero yo solo cuento los años que mi madre le dedicó a este arte popular y con el cual supo sacarnos adelante. Ella se llamaba Elvira y murió a los 92 años de edad, empezó joven y toda su vida se dedicó a esto”, compartió.
La señora Leiva Pérez explica que trabajar la palma no es fácil y tiene muchos procesos según la artesanía que se quiera elaborar y el acabado, también menciona que todo este trabajo está enfocado principalmente a la cestería, que es lo que más se comercializa en esta parte de la región.
“Pues la cestería se elabora básicamente entramando la palma. Pueden ser diferentes tipos de entramado o trenzado, para darle forma al trabajo. La palma que utilizamos la compramos, mucha de ella viene de la zona de la huasteca, o bien de aquí cerca de la zona media”.
El proceso previo a elaborar la cestería tradicional, menciona la señor Mirta, es elegir que tipo de fibra que se va a utilizar para el trabajo, las cuales se dividen en fibras blandas o duras, y estás sirven para diferentes tipos de artesanía.
“Las dejamos secar, otras se utilizan frescas, según lo que se desee elaborar. El tipo de entramado varía según la zona, aquí es muy común que se realice el trabajo en espiral, pero también lo hay en cruz. Las palmas son de Sotol o de Mimbre, y esto dependerá de la temporada”.
Normalmente, explica la señora Leiva Pérez esta artesanía la elaboran en su mayoría mujeres, no obstante también hay algunos hombres que se han adentrado a este oficio artesanal.
“Ya hoy existen muchos talleres de tejido de palma donde familias enteras se dedican a elaborar estas piezas. Todo varía, hay desde flores, cestas, canastas, bolsas y hasta sombreros. Pero a pesar de que aquí sale todo este tipo de producto, hemos notado que incluso en Santa María del Río llega mucho producto chino”.
Estos productos que menciona la señora Mirta, en su mayoría, se tratan de bolsos y carteras que simulan el tradicional tejido de palma del estado. Sin embargo, se tratan de tejidos de poliéster que emulan casi idénticamente la fibra de la palma.
“La gente no quiere pagar lo justo por nuestras artesanías, entonces los mercados optan por comercializar productos pirata. Los que más nos compran son los turistas, pero es triste que la gente de aquí prefiera pagar por algo falso”.
La cestería tradicional se elabora con fibras cien por ciento naturales, por su gran calidad, resistencia y sobre todo flexibilidad.
“A veces usamos las ramas de sauces o huejotes, que son también muy flexibles y resistentes, pero en su mayoría utilizamos la palma común”.
Para elaborar el entramado, la señora Mirta indica que hay que saber elaborar la forma del tejido, para después realizar ciertos”nudos” para que este trenzado no se libere y continúe resistiendo la forma que se le da. Se pueden llegar a apoyar de ciertos aditamentos para darle forma, como lo son cazuelas o portaviandas, pero ella insiste en que la mayoría de las mujeres que se dedican a este oficio no batallan con moldear la cesta de su preferencia.
“Ya las formas están muy definidas, no hay pierde. Cuando hacemos bolsos siempre hacemos del mismo estilo y las carteras igual. Utilizamos nomás las manos e incluso también nuestros pies”.
Actualmente Mirta vende sus trabajos en el mercado central de Santa María del Río y en el Mercado Miguel Hidalgo en el Centro Histórico de la Capital.