Internet y computadora, un día de clases a distancia

Alicia y Mildred se levantan temprano, se alistan para llegar puntuales a sus clases virtuales desde la computadora

Alejandra Ruiz | El Sol de San Luis

  · viernes 24 de abril de 2020

Alejandra Ruiz | El Sol de San Luis

Cada mañana Alicia De la Garza y Mildred Reyna se alistan temprano para “ir a la escuela”, se ponen su uniforme o visten ropa “presentable” por instrucción de sus maestras, se peinan, apilan los libros sobre la mesa, sacan sus cuadernos y plumas, para después conectarse a una plataforma escolar que será su aula de estudios lo que resta del semestre.

A unos días de haberse reanudado el ciclo escolar, éstas dos jóvenes de nivel secundaria comenzaron a tomar clases desde casa, debido a la crisis sanitaria originada por el Covid-19 que aqueja al país.

Alicia de la Garza conectándose y tomando apuntes de sus clases en línea / Alejandra Ruiz

Una situación compleja para estas dos adolescentes y su familia, porque sin maestros, o un experto en la docencia que las guíe de manera personal, sus madres ahora se han convertido en ese soporte educativo que las ayudará a sacar adelante su último año de secundaria.

Alejandra Ruiz | El Sol de San Luis

Los contenidos que transmite la la Secretaría de Educación Pública, SEP, en diversos canales de la TV, no son el apoyo suficiente que necesitan los jóvenes para reforzar sus conocimientos, manifestó la madre de Alicia, la señora Roxana Montelongo, quien además compartió que actualmente se apoyan de diversas videoconferencias con maestros y plataformas escolares, para poder salir abantes lo que queda de este ciclo de aprendizaje.

“Yo pienso que las clases, ya sea por línea o Tv , únicamente son lo que son: una herramienta de emergencia, para lograr terminar los contenidos y el ciclo escolar. No me gusta, no estoy de acuerdo, porque no solo en nuestro caso sino en muchas familias se requiere muchas cuestiones físicas o técnicas, un aparato con el que el estudiante logre conectarse, llámese celular , laptop, tablet o PC , también hay quienes a través de cartulinas a fuera del plantel buscan apoyar a sus alumnos, o sino también por mensajes vía whats app.

Pero hay quienes no tienen el acceso o la oportunidad de tener alguna red para poder dar seguimiento a sus clases, aunado a esto, algunas casas no están en condición idónea para que los jóvenes tomen clases, los hogares tiene vida, es decir hay muchas distracciones, lo que ha originado que el saber ya no tiene importancia, solo es el cumplir con el contenido para poder terminar el ciclo escolar”.“Como padres de familia nos hemos tenido que organizar, puesto que es una actividad de emergencia por la situación sanitaria que vive el país: también somos testigos de los problemas que aquejan a los maestros, como la falta de organización y sin duda, la carencia de atención que tienen algunos alumnos para darle seguimiento a sus clases”, indicó la señora Roxana.

Asimismo para Mildred y Alicia esta forma de aprender es una nueva experiencia para ellas, quienes nos compartieron su visión como alumnas al enfrentarse a una situación nunca antes vivida, “Mis compañeros y yo nos sacamos de onda, es una novedad para nosotros. Nuestras rutinas han cambiado, los primeros días como que nadie le prestaba tanta atención a esta nueva forma de enseñanza, por ello, nuestras maestras y maestros nos hicieron llegar un cronograma y normas que debemos de cumplir, para volver toda una disciplina las clases en casa, como no estar en pijama o en la cama.

Los trabajos si se han vuelto un poco más complejos, tenemos que hacer más lecturas, ensayos, y tareas más extensas. Ha sido muy cansado - pienso yo-, porque prácticamente nosotros nos estamos dando la clase, tenemos que estudiar el contenido, para después lo que resta del día poner en práctica lo aprendido, es como armar cada clase y aparte hacer la tarea. Es responsabilidad de cada uno aprender”, agregó Alicia.

Y de igual forma para Mildred Reyna, esta nueva dinámica de enseñanza le ha requerido disponer de todo su tiempo, para así lograr reforzar su conocimiento, mencionó que “Cuando empezó la cuarentena me dieron una guía de trabajo diario por materia. Ahora ésta segunda etapa fue por plataforma y me pidieron que activara la aplicación Zoom para asesoría en línea, donde algunos de mis maestros nos apoyan con dudas. Sin duda es algo nuevo para nosotros, pero con la ayuda de mis padres, hemos podido sacar adelante las clases. No es lo mismo, pero no hay otras opciones por el momento que nos permitan terminar este año de escuela de la mejor manera. Trabajo bajo rutinas y horarios, lo que nos ha permitido ser igual de constantes que un aula de clase”.

Mildred Reyna, se adaptó a la nueva forma de enseñanza que le ha requerido disponer de todo su tiempo / Alejandra Ruiz

Para María Cristina, madre de Mildred, esta nueva etapa de enseñanza es algo inédito para todos, pero a pesar de los nacientes retos que esto ha originado, hoy día han podido adaptarse de la mejor manera a esta forma de estudio en casa, “Desde que se dió la orden de suspensión de clases presenciales , en la escuela de mi hija nos dieron indicaciones muy precisas, se nos entregó una guía con actividades diarias por cada materia.

Ahora que se extendió la cuarentena se utilizará la plataforma para resolver dudas y recibir asesoría. A mí parecer están muy bien, no ha habido un día en que no se trabaje, siguen su ritmo de trabajo y claro con observación constante”, indicó.

La educación formal, es un proceso muy largo que inicia siendo impartida desde los hogares, donde sin duda en estos momentos de contingencia sanitaria, los padres y madres de familia, tienen ahora más que nunca una participación y colaboración importantísima en el desarrollo educativo de los menores.

La calidad educativa desde el hogar, puede tener sus claroscuros, y a pesar de ello, la instrucción materna como en el caso de la señora Roxana y Cristina, evidencian la responsabilidad educativa que hay detrás de cada niño/a alumno/a, que hoy pese a los retos que enfrentan, demuestran que los aprendizajes metódicos, colectivos y pedagógicos no solo se dan desde un salón de clases, sino también desde la organización del seno familiar.