El sistema DIF de la capital emprendió con autoridades estatales un programa de rescate de menores que acompañan a sus padres en los cruceros que realizan principalmente actividades comerciales, o solicitan dinero para su subsistencia.
La directora de la dependencia municipal, Adriana Urbina Aguilar, recordó que los niños en los cruceros se relacionan con el trabajo infantil, por lo que “con nuestra intervención buscamos que se reincorporen a las actividades que son acordes a su edad y garantizar sus derechos para recibir educación, salud y para impulsar su desarrollo integral”.
La misión que está a cargo de las Procuradurías de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de los órdenes del Gobierno Municipal y Estatal, inició en noviembre pasado con la elaboración de un diagnóstico que pone al descubierto las principales causas del fenómeno social y las zonas de mayor incidencia en el municipio.
En ese sentido, precisó que los Sistemas DIF fortalecen las capacidades del plan de intervención, para inhibir la presencia de menores en los cruceros a través de la concientización de padres y abuelos sobre los riesgos que representan mantener a los pequeños en la vía pública, al mismo tiempo que se les ofrecen otras alternativas.
“Nuestro rol consiste en hacer las recomendaciones a los adultos para que aparten a los niños y niñas de las calles, y porque reconocemos que la situación que los orilla se debe a muchos factores, les ofrecemos de manera transversal otros servicios para desalentar esa práctica”, afirmó la funcionaria municipal.
Remarcó que como parte de la estrategia se gestiona el acceso a la educación escolar de los infantes, la dotación de servicios de salud y la atención psicológica que fortalezca su desarrollo y crecimiento de manera adecuada.
De la misma manera, mencionó la provisión de despensas a familias que se identifican en condiciones alimentarias precarias, “porque sabemos que si estuvieran en una posición diferente, quizá no tendrían la necesidad de llevar a los niños a trabajar con ellos”.