En San Luis Potosí alrededor de 350 mil personas laboran en la informalidad, y ante el seguro social hay poco más de 450 mil trabajadores que están registrados y cuentan con un trabajo formal.
Señaló el Director de Empleo y Productividad Laboral de la STPS, Héctor Andrade Ovalle, quien señaló que combatir la informalidad aún es un reto muy importante en nuestra entidad y en el país, pues a pesar de que ésta ha disminuido tres puntos porcentuales en lo que va de la administración gubernamental, las cifras registran que poco más del 50 por ciento de la población económicamente activa aún labora en la informalidad.
“Veníamos por arriba de la media nacional en informalidad y ya estamos por debajo, pero todavía es un reto muy importante porque andaremos sobre los 50 por ciento del mercado laboral en todo el estado; aunque en la zona metropolitana el subíndice de informalidad es por mucho menor, si hablamos de San Luis Potosí contando las zonas del interior todavía hay un incremento importante”, expresó.
El funcionario reconoció que la cultura de algunas personas influye mucho, pues hay trabajadores que prefieren recibir directamente un pago en efectivo que contar con prestaciones y seguridad social; sin embargo, gracias a que a través del área de Inspección Laboral de la STPS se han estado haciendo revisiones en las empresas y brindando talleres sobre la importancia de tener a sus empleados asegurados, poco a poco se ha ido cambiando esta ideología.
Finalmente comentó que en general en el mercado laboral en Latinoamérica se tienen porcentajes muy altos de informalidad, en México es de aproximadamente 56 o 57 por ciento; no obstante en el Bajío, particularmente en SLP, Querétaro y Guanajuato es una de las pocas zonas que están revirtiendo este fenómeno.
“Muchos de los empresarios han hecho conciencia de que no van a poder bajar la rotación de personal porque no otorgan seguridad social, la terminan otorgando para poder bajar su rotación; entonces en el caso de San Luis Potosí se han bajado estos tres puntos porcentuales pero todavía es un reto mayúsculo, lo importante es que estamos observando que la curva en el caso del Bajío empieza a bajar y va ligado a diferentes fenómenos el tema de capacitación”, concluyó.