Año con año el virus de la influenza presenta pequeños cambios genéticos, es por ello que se mantiene la vigilancia epidemiológica de esta enfermedad, con el fin de identificar el tipo de virus que circula en las áreas geográficas específicas con el fin de formular de forma segura la vacuna correspondiente al año siguiente, afirmó el Director de Salud Pública de los Servicios Estatales de Salud, Miguel Lutzow Steiner, al cuestionarle sobre la aparición cíclica y mutación de ésta.
En esta temporada invernal, se espera que la mayor circulación de la enfermedad, sea el subtipo AH3N2, seguida de AH1N1 y por tipo B “el grado de severidad en la que se registra es debido también al estado inmunológico del paciente, es por eso que los grupos prioritarios para la vacunación son aquellos que pueden presentar algún grado de inmunocompetencia”.
Ante esta alerta, existe un tratamiento correctivo que es el antiviral y que corresponde al denominado oseltamivir, el cual a demostrada gran eficacia y nula resistencia. Cabe mencionar que este medicamento debe de ser recetado por un médico ya que de usarse de manera inadecuada puede generar resistencia a este por parte del virus.
Ahora que se observa que las gripes duran de ocho a más días, comenta que esto sucede porque las enfermedades agudas por virus respiratorios generalmente concluyen en un periodo de 5 a 7 días y posteriomente se requieren algunos días más en la fase de recuperación, periodos en los que es muy importante guardar los cuidados generales y tratar los síntomas presentados.
Se sabe que dentro de la composición de la vacuna se brinda protección inmunológica contra los virus de la influenza, al no contener virus vivos ésta, por sí misma, no es capaz de causar enfermedades respiratorias agudas, por lo que es errónea la aseveración de la población que posterior a la aplicación de la vacuna presenta un cuadro “gripal”. Por lo que queda demostrado que la vacuna es completamente segura y necesaria como medida preventiva.
Dado que se aplican millones de dosis en la época de mayor casuística de enfermedades respiratorias, con relativa frecuencia puede coincidir la vacunación con procesos infecciosos en periodo de incubación. Los efectos secundarios más comunes pero también los menos graves son enrojecimiento y dolor leve en el sitio de aplicación.