La inflación que padece actualmente México, del 7.7 por ciento, conlleva a que haya una mínima, casi nula, inversión en el estado y el resto del país, pues no hay certeza para el sector empresarial.
Así lo manifestó el presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Luis Gerardo Ortuño Díaz Infante, quien comentó que, al interior del centro empresarial, han observado que algunas empresas afiliadas han tenido un buen crecimiento, pero en otras la inversión está detenida; por lo que, es necesario que se generen buenas políticas públicas, pero, sobre todo, es importante que haya una alianza entre Gobierno e iniciativa privada para fomentar la inversión.
Ante ello, consideró que el 2022 y el 2023 seguirán siendo años muy complicados en materia económica, pues se prevé que los niveles de inflación puedan empezar a disminuir hasta dentro de un año o más, y, muy posiblemente será hasta finales de 2023 o principios del 2024 cuando se pueda alcanzar una inflación y un crecimiento económico similar al que teníamos en 2019, previo a la pandemia.
“Definitivamente al haber inflación el consumo baja, no hay dinero, los financiamientos no son muy atractivos y los que hay no dan mucha certidumbre, porque no hay demanda; esto es algo que nos tiene atorados en el sector empresarial para el tema de las inversiones”, expresó.
El empresario señaló que parte, nuestro crecimiento económico se ha visto mermado porque la economía de Estados Unidos, quien es nuestro principal aliado comercial, se contrajo inesperadamente en el primer trimestre de este año, pues su Producto Interno Bruto (PIB) cayó a una tasa anualizada del 1.4 por ciento entre enero y marzo.
Entonces, dijo, “si a EUA le da gripa, a México le da neumonía”, pues esto llevó a que el PIB de nuestro país apenas creciera alrededor del 0.9 por ciento en el primer trimestre. Si bien, el pronóstico general es que México pudiera cerrar el 2022 con un crecimiento del 1.7 por ciento, por mucho.