En México, cada año nacen de forma prematura 200 mil bebés, es decir, antes de las 37 semanas de gestación, lo que puede traer como consecuencia daños en diferentes órganos, algunos de ellos, irreversibles.
Las principales causas de ingreso en los hospitales fueron la enfermedad de membrana hialina, septicemia, asfixia. Las principales causas de muerte neonatal fueron septicemia, enfermedad de membrana hialina y cardiopatía congénita.
Por ese motivo desde el Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, señalan la importancia de evitar partos prematuros, porque en muchas ocasiones las mujeres en etapa gestacional pueden sufrir severas consecuencias como es el caso de las infecciones de vías urinarias que son una de las causas más frecuentes de consultas en las mujeres en etapa de gestación.
El director del Hospital Zacatipan del Programa IMSS-Bienestar en Tamazunchale, Leonardo Benhur Molina García, recalca la importancia de que las mujeres embarazadas acudan de inmediato a recibir atención médica ante la presencia de infecciones en vías urinarias, debido a que éstas pueden relacionarse con la evolución del parto, lo cual coloca en riesgo la vida del bebé sin haber transcurrido la etapa integral de la gestación.
Las consultas prenatales son indispensables, ya que ahí, el personal médico elabora el historial clínico para detectar posibles riesgos como las enfermedades hipertensivas del embarazo y sus complicaciones como la preeclampsia, que consiste en el aumento de presión arterial y en casos extremos pone en riesgo la vida del bebé y de la madre.
La prevención de infecciones en las vías urinarias y un correcto control prenatal son las principales medidas para evitar que las mujeres embarazadas presenten partos prematuros, lo que también representa un riesgo.
Se hace indispensable que las mujeres adopten conciencia de la cultura de la prevención, previo a la concepción y durante el embarazo “nosotros le llamamos control pregestacional, para poder vigilar de forma muy cautelosa la condición de salud de la mujer, con el objetivo de que pueda llevar un embarazo sin complicaciones”.
El cuidado materno es una de las prioridades de las políticas públicas para prevenir la mortalidad materna y perinatal; esta atención implica no sólo el número de visitas al médico, sino en qué momentos fueron realizadas en el transcurso del embarazo.
En tanto, el seguimiento médico se debe hacer desde el primer mes de embarazo para que se puedan identificar complicaciones como infecciones cervicovaginales y de vías urinarias, diabetes gestacional, preeclampsia, infecciones sistémicas (VIH y otras) y establecer medidas preventivas oportunas, de acuerdo con la situación de cada mujer. De forma especial, se debe de revisar la parte de las infecciones urinarias, ya que, es una afección que suele presentarse con mayor frecuencia en las mujeres, pero desafortunadamente esta incidencia se incrementa hasta en un 20 por ciento, cuando el embarazo se presenta, concluyó el especialista.