Efraín Luna Barrios, jefe de Prestaciones Médicas de la delegación estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, reconoce que el Alzheimer puede confundirse con olvido mental pero pide a la ciudadanía informarse para no confundir estos padecimientos.
Recomienda algunas acciones que se pueden llevar a cabo para prevenir el mal o qué hábitos se pueden tomar para reducir la presencia de la enfermedad, ya que es un padecimiento neurológico irreversible en edades adultas mayores a los 65 años; por lo general está relacionado al envejecimiento, aunque en ocasiones llega a presentarse en etapas tempranas de la vida entre los 45 o 50 años.
Los principales síntomas suelen ser pérdida de memoria y confusión, por ese motivo es importante un diagnóstico oportuno que pueda retrasar el deterioro físico del paciente, para emitir un diagnóstico de este mal, se realizan estudios de protocolo específicos para descartar otras enfermedades que también pueden generar pérdida de memoria.
“Es importante no confundir la enfermedad con el olvido normal, por la edad, de las cosas. Suele darse el caso que pacientes con padecimientos de tipo psiquiátrico como la depresión, por lo cual los olvidos suelen ser frecuentes.”
Para prevenir la enfermedad crónico degenerativa es importante llevar un estricto control en padecimientos como diabetes e hipertensión que pueden ser detonantes del Alzheimer; asimismo una sana alimentación y realizar rutinas de ejercicio físico y mental diariamente.
Sugiere cómo identificar cuando una persona presenta síntomas de Alzheimer, ya que lo característico de esta enfermedad es que el paciente tiene olvidos recientes, y suele recordar a la perfección lo acontecido en su vida años atrás. Tiene perfectamente clara la memoria antigua, las primeras manifestaciones son la memoria reciente y el olvido en sus actividades cotidianas.
Este padecimiento es irreversible a nivel neuronal y aunque existen tratamientos que pueden ser auxiliares para mejorar la calidad de vida del paciente, éste altera la memoria reciente, el pensamiento y conducta, por lo que se vuelve completamente dependiente para realizar sus actividades cotidianas como trasladarse, alimentarse, bañarse o ir al baño.
Los factores influyen para que una persona padezca esta enfermedad son diversos, algunos tienen que ver con la etapa de la vida. Aunque esta enfermedad puede presentarse en adultos mayores de ambos sexos, es más frecuente en mujeres mayores de 65 años, debido a problemas hormonales como cambios estrogénicos que pueden desencadenar dicho padecimiento.
Al ser una enfermedad progresiva es difícil detectarla a tiempo, ya que avanza de uno a diez años, sin embargo, teniendo tratamientos específicos se puede ayudar a prolongar la edad de deceso del paciente y a modular, principalmente, los síntomas neuro psiquiátricos.