La Ley de Prevención y Seguridad Escolar que se revisa en comisiones buscará que los padres y madres de familia así como las autoridades escolares, se involucren en las tareas educativas para prevenir la inseguridad que prevalece conocida como bullying o acoso escolar, a fin de generar un entorno de paz y los escolares no tengan temor de acudir a los centros educativos.
En la elaboración de esta iniciativa, los legisladores están trabajando con expertos criminólogos, se han hecho foros en la huasteca con la participación de la comunidad docente y se han hecho reuniones para rescatar voces cuyas opiniones son importantes para construir un documento que atenderá los casos de quienes viven de manera cotidiana el acoso, señaló la diputada Martha Orta Rodríguez.
Manifestó que al reintegrarse a sus funciones como integrante de la LXI Legislatura, participó en la Comisión de Derechos Humanos “y vamos a retomar la Ley de Prevención y Seguridad Escolar que es la última iniciativa que presenté antes de solicitar licencia, la cual es muy importante porque permite trabajar en lo que tiene que ver con la integración familiar, la seguridad escolar y el compromiso para que la educación no quede y recaiga solamente en manos de los maestros”.
La diputada Martha Orta expuso que esta iniciativa tiene varios temas importantes y uno es buscar cómo los padres y madres se involucran en las tareas educativas, buscando prevenir la cuestión de inseguridad que prevalece entre los pares, “el famoso bullying y la conformación de un consejo integral donde puedan participar todos para generar un entorno de paz”.
Afirmó que en esta tarea es muy importante la participación de la Policía Cibernética, porque el acoso escolar ya no se queda en el clásico “nos vemos a la salida” sino ahora “te sigue a todos lados, a tu casa, a donde te encuentres, a través de los gadgets o teléfonos inteligentes y redes sociales, lo que afecta la integridad emocional de las víctimas”.
Añadió que esta situación genera desde bajo rendimiento escolar hasta casos graves de intentos de suicidio y enfermedades serias; la deserción escolar es otra realidad, los estudiantes dejan de asistir a sus clases por temor y los padres, generalmente son los últimos en enterarse de esta triste realidad.