Los partidos MORENA, del Trabajo y Encuentro Social integrarán una “megabancada” de 10 diputados en la próxima Legislatura, pero será muy difícil recomponer todo lo que no se ha hecho bien, consideró el politólogo Patricio Rubio Ortiz.
Al impartir una conferencia denominada “Democracia en México 2018” organizada por la diputada Marité Hernández Corrrea del Partido del Trabajo, el especialista dijo que “lo notorio de esa nueva Legislatura será el desempeño que tenga el bloque de los seis legisladores de MORENA, por representar por primera vez una mayoría de izquierda en el Congreso, a los cuales se le sumarían cuatro más, del Partido del Trabajo y de Encuentro Social, que conformaron la coalición obradorista de “Juntos Haremos Historia”.
“Pero una característica de los demócratas es que debemos ser desconfiados, y vamos a ver si estos nuevos diputados sabrán responder a las expectativas de la ciudadanía que votó por ellos”.
Rubio Ortiz añadió que “es imposible que en tres años la nueva Legislatura recomponga al Congreso, pero sí pueden empezar a mejorarlo, salvar algunos muebles, y que la fachada ya no repugne de tanta corrupción”.
El investigador reconoció que la composición que tendrá la LXII Legislatura representa una pluralidad de fuerzas y de equilibrios que no se había dado antes en la historia potosina. Además, ponderó la inclusión de más mujeres como diputadas, lo cual estuvo cerca de llegar a la deseada paridad de género.
Afirmó que los nuevos legisladores electos deben tener claro que estarán a prueba, “aquel que gana una vez no quiere decir que gana para siempre y como ejemplo están aquellos que ganaron hace poco tiempo por mucho margen, pensaron que eso era suficiente, y que eso iba a durar hacia el futuro, y eso no es cierto”.
“El gran aprendizaje de los últimos años en San Luis Potosí y la nueva conformación del Congreso, tiene que ver con que, efectivamente, los errores se pagan”.
El catedrático atribuyó la pluralidad de la nueva Legislatura a “una suerte de piñata política, a los altísimos niveles de corrupción de los diputados salientes, a su falta de seriedad, de profesionalismo, y a una enorme capacidad circense de muchos de sus miembros, lo cual trajo como consecuencia una pérdida brutal de confianza por parte de los ciudadanos”.