Dormir mal o tener una rutina que disminuye las horas de sueño pueden dañar el sistema inmunológico e incluso contribuir al desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas y la pandemia de Covid-19 detonó y complicó problemáticas que afectan la salud mental con consecuencias como alteraciones del sueño y del estado de ánimo, entre otros;.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, (Issste), realiza diferentes acciones que fortalecen y promueven el cuidado de la salud mental entre la derechohabiencia.
Ante el incremento de 20 a 50 por ciento en consultas médicas por trastornos mentales, entre ellos el del sueño, implementaron el Programa Integral de Salud Mental en las más de mil 400 unidades médicas de todo el país, indicó la especialista.
La pandemia de Covid-19 ocasionó que el personal de salud que atendía pacientes con angustia y ansiedad que provocaron pesadillas y estrés postraumático.
Este problema se ha detectado en las escuelas, por eso se ha apoyado al personal docente con herramientas para promover el autocuidado, en beneficio de la niñez potosina.
Existen cien tipos de trastornos del sueño. Los más comunes son la apnea, que tiene que ver con el componente obstructivo de la respiración; la parasomnia, es decir, pesadillas o terrores nocturnos; sonambulismo e insomnio.
Más de 70 por ciento de las personas pueden experimentar alguno de estos trastornos al menos una vez en su vida. Sin embargo, cuando se vuelven frecuentes es importante no automedicarse, acudir con un especialista para el diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento correspondiente.
La buena higiene del sueño requiere medidas saludables como las actividades relajantes dos o tres horas antes de dormir, escuchar música, leer, evitar uso de celulares o tabletas digitales, ya que exacerban la actividad del sistema nervioso central.
Las personas deben aprender a convivir con Cocid-19. Para ello, es necesario construir rutinas saludables como alimentarse sanamente, realizar actividad física, tener pasatiempos y procurar el descanso apropiado durante la noche. Esto permitirá disminuir y controlar la ansiedad y la angustia ante el riesgo de contagio del Sars-Cov-2.