Implante subdérmico, como parte de las políticas de desarrollo estudiantil en la UASLP

Ambicioso programa de “Desarrollo Integral del Estudiante” manejan en la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, UASLP, porque de entre muchos aspectos como la orientación educativa, tutorías, prevención de adicciones, y el fomento a la salud, tienen uno muy importante que es el de la salud reproductiva, donde actualmente aplican el implante subdérmico.

Con apoyo de instituciones como la Secretaria de Salud de Gobierno del Estado, se aplica este programa que pretende evitar la deserción, reprobación y rezago escolar. En éste colaboran arduamente las académicas de la institución Teresita del Socorro García Martínez y Lorena Marcela Méndez Rodríguez.

La responsable del programa Teresita del Socorro García Martínez, dio a conocer que se busca educar a la población estudiantil para educar al otro, “educamos para prevenir enfermedades de reproducción sexual y embarazos no deseados, pero también les decimos que lo mejor es la abstinencia”.

Este implante subdérmico, es un anticonceptivo seguro y muy efectivo, su eficacia no depende de la forma en la que se use, se trata de una barra delgada, blanda y flexible que tienen un tamaño similar al de un fósforo el cual se inserta bajo la piel del brazo.

“Las barritas liberan lentamente dosis bajas de una hormona parecida a las que produce el cuerpo, funciona haciendo que el moco del cuello uterino sea tan espeso que los espermatozoides no lo puedan atravesar”.

Las mujeres que lo utilizan están protegida por 3 o 5 años dependiendo del tipo de implante y funciona por sí solo, con ello la dama no tiene que hacer ni recordar nada “puedes usarlo mientras estas amamantando, ayuda a disminuir los cólicos menstruales, una vez colocado el implante no se nota, ni incomoda para realizar las actividades normales y algo que se ha resuelto es que disminuye el riesgo de cáncer uterino”.

Este implante es muy efectivo, incluso se refiere que es el más eficaz de todos los métodos reversibles, muy probablemente por el costo que tiene, ya que oscila entre los 3 y 7 mil pesos.

En las estadísticas nacionales se reporta que de cada mil mujeres que usan el implante durante un año, puede llegar a fallarle sólo a una de ellas.

Recientemente en la UASLP aplicaron esta estrategia a universitarias que de manera libre y voluntaria pidieron apoyo a la institución, de al menos 170 casos, sólo dos sintieron alguna inconveniencia e inmediatamente le fue retirado el dispositivo.

Se ha indicado que quienes lo usan, pueden sentir dolor o inflamación o tener un moretón en el brazo durante unos pocos días después de la inserción, lo cual es normal y desaparece sin tratamiento. Los cambios en la menstruación son frecuentes y se presentan en la mitad de las mujeres, éstos son normales y no afectan la salud ni la fertilidad.

Se ha dicho que una de cada 20 mujeres puede sentir dolor de cabeza, el 99 por ciento no observa ningún cambio en su peso, una de cada 200 sube de peso y una de cada 800 baja de peso “tiene un efecto directo para la menstruación y es sólo para mujeres, se recomienda utilizarlo a partir de los 20 a los 39 años de edad”.

Ahí intervino la experta, Lorena Marcela Méndez Rodríguez, quien menciona que lo ideal para la población de universitarias de entre los 16 y 20 años de edad, lo ideal es que utilicen el DIU ya que están en pleno desarrollo de los aparatos reproductivos sexuales “en la comunidad estudiantil es recomendable el uso del DIU, en la universidad tenemos alumnas de 16 años y se les tiene que contemplar, por ello lo recomendable es que sea este anticonceptivo consistente en una pieza de material plástico en forma de T, espiral, triangular. A los 20 años ya hubo una maduración de sus aparatos reproductivos por ello a ese sector etario se le recomienda el uso del implante subdérmico”.

Explicaron que gracias al Seguro Facultativo con el que cuentan en la máxima casa de estudios se pueden hacer este tipo de enlaces con los programas de la Secretaría de Salud, que generalmente los apoya al final de cada semestre, que es cuando realizan la jornada de salud reproductiva en donde se interroga previamente a las usuarias para definir sí son o no candidatas a este anticonceptivo.