Con cubrebocas pero sin sana distancia, es como lucían varias de las iglesias más representativas del Centro Histórico este domingo, el último en semáforo verde, con un aforo considerable de feligreses, quienes a pesar de respetar gran parte de las medidas sanitarias se les olvidó que debían guardar una distancia de 1.5 metros de las demás personas.
En un recorrido realizado por el Sol de San Luis en varios de los templos que se ubican en el primer cuadro de la ciudad, se pudo observar que una de las medidas más importantes para prevenir el Covid-19 ha sido olvidada en casi todos los lugares, la sana distancia ya no es delimitada por alguna señalética, la gente la respeta si quiere, pero son pocos quienes mantienen una separación considerable con otras personas.
Tan solo en el templo de Nuestra Señora del Carmen colocaron cintas en las bancas para establecer una sana distancia entre cada persona; si normalmente caben hasta 4 personas en una banca, ahora sólo se pueden sentar 2 en las orillas de cada una. En este templo también se observó que la afluencia de personas no fue tan considerable como en otros.
En donde de plano para nada se respetó la sana distancia fue en la iglesia de San Juan de Dios, pues a pesar de tener letreros que señalan que el uso de cubrebocas es obligatorio en todo momento, no hay indicaciones de que se debe respetar una distancia de 1.5 metros entre cada persona, y la gente ni siquiera por voluntad propia cuidó esta medida.
En la Catedral Metropolitana, la Parroquia del Sagrario Metropolitano “La Compañía” y en el templo de San Francisco ocurrió algo similar, todas lucieron con un aforo considerable; en algunas bancas la gente no respetó su sana distancia y en otras voluntariamente se separaban entre ellas. Aunque en el templo de San Francisco había unas señaléticas en las bancas para delimitar el número de personas permitido, aún así había personas que no lo respetaban.
Cabe recordar que, a partir de este lunes 24 de enero, todos los centros religiosos sólo podrán hacer sus celebraciones con un aforo del 50 por ciento, por lo que, se verán obligados a cancelar espacios en sus asientos colocando señaléticas o cintas para evitar sobre pasar el límite.