Al igual que en otras entidades del país, en San Luis Potosí se encuentra en riesgo de desaparecer el habla y el arraigo indígena, y con ello perderse además de tradiciones milenarias, idiomas ancestrales tanto originales de tierras potosinas como el Tének, Náhuatl y Xi’oi/Xi’ui, como los idiomas migrantes Triqui, Mazahua, Mixteco, Otomí, y Wixárika, entre otras, ya que en las nuevas generaciones no hay un verdadero arraigo indígena.
Así lo consideró la licenciada Gudelia Cruz Aguilar, nativo-hablante Tének y Técnico Académico, adscrita a la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
En entrevista con El Sol de San Luis, consideró que una mayor comunicación con los jóvenes, e inculcar desde temprana edad los usos y costumbres del pueblo originario correspondiente para que cuando crezcan conozcan el valor de su lengua y cultura dentro de un marco de respeto a los derechos en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana, sería una de las posibles formas de hacer que prevalezca el arraigo indígena que cada día se encuentra en riesgo de desaparecer.
Sobre el riesgo de que, al inculcar el arraigo indígena prevalezcan usos y costumbres que en su práctica y durante años, han sido violatorios de los derechos humanos como los matrimonios arreglados, la venta o intercambio de niñas y mujeres, y el abuso o violación sexual por familiares cercanos, entre otros, la especialista dijo que sin duda alguna aún en algunos pueblos indígenas se siguen practicando los matrimonios arreglados o venta de niñas.
Sin generalizar dijo que sin duda también los abusos sexuales y/o violaciones hacia las niñas o mujeres indígenas sí es un acto que siguen viviendo muchas niñas y/o mujeres indígenas, pero no porque sea parte de los usos y costumbres, por lo que reiteró que el arraigo indígena debe ser fomentado de manera responsable y con pleno ejercicio al respeto de los derechos humanos.
Dijo que actualmente en San Luis Potosí no se tiene un número estimado de población indígena, debido a los efectos de la pandemia, hasta en el 2020 de acuerdo con el Consejo Estatal de Población, del total de la población indígena alrededor del 50.3 por ciento son mujeres y el 49.7 por ciento corresponde a hombres, que se concentran principalmente en al menos nueve o 10 municipios.
Aquismón sería el municipio que cuenta mayor número con 31 mil 575 personas, lo que representa el 69.6 por ciento de su población total estimada, le siguen Rayón con aproximadamente el 60 por ciento de población indígena.
En Axtla de Terrazas el 48.1 por ciento que son 14 mil 869 personas de su población total que corresponde a 32 mil 544, son población indígena, mientras que en Coxcatlán el 77.5 por ciento de su población son indígenas, siendo hogar de 11 mil 592 personas de pueblos originarios.
Los municipios que concentran el mayor número de habitantes pertenecientes a pueblos originarios son San Antonio, Tanlajás, Coxcatlán, Aquismón, Tancanhuitz, Santa Catarina, Huehuetlán, Tampamolón Corona, Rayón, y Axtla de Terrazas entre otros con menor población.
Los grupos étnicos a los que pertenece esta población son originarios de San Luis Potosí; Tének, Náhuatl, Xi’oi/Xi’ui (Pame sur y Pame Norte respectivamente) y Huachichiles, y de los que han migrado al estado Mazahua, Triqui, Mixteco, Wixarika, y Otomí, principalmente.
Es en Ciudad Valles, Tamuín, Ébano, Aquismón, Tanlajás, San Vicente, Tancanhuitz, San Antonio, Aquismón, Huehuetlán, Tampamolón y Tanquián, donde se concentra el mayor numero de habitantes de la etnia Tének, mientras que en Axtla de Terrazas, Coxcatlán, Xilitla, Tampacán, Matlapa, Tamazunchale y San Martín Chalchicuahutla, pobladores de la etnia Náhuatl; y en Tamasopo, Santa Catarina, Ciudad del Maíz, el Naranjo, Alaquines, Cárdenas y Rayón, los de origen Xi’oi/Xi’ui (Pame sur y Pame Norte).
El nivel educativo promedio de los habitantes de este sector de la población refleja que el 73.5 por ciento cuentan con educación básica, el 12.6 por ciento con educación media superior, un importante 9.6 por ciento no cuenta con escolaridad en ningún grado y tan sólo el 7.0 por ciento cuenta con educación superior, lo que refleja el trabajo que aún falta por hacerse ese tema.
Su grado de escolaridad y su condición de indígenas les limita a obtener entre 150 y 250 pesos como ingreso máximo en día de jornada laboral.