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Las sustancias liberadas por las ladrilleras de la zona norte de la ciudad hacen, pueden ser las responsables de la creciente incidencia de leucemia linfoblástica aguda, (LLA), que una forma de cáncer que afecta la sangre y la médula ósea, principalmente en niños.
El tema en mención es una enfermedad poco frecuente, en un periodo de cinco años se identificaron en la zona metropolitana de San Luis Potosí, 20 casos en hospitales, pero podría haber más no registrados en la base de datos.
Fue Jaqueline Calderón, especialista en Investigación Biomédica Básica Opción Toxicología Ambiental de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, (UASLP), quien destacó la relación preocupante entre las sustancias liberadas por estos negocios y la prevalencia de la enfermedad.
La especialista forma parte de un esfuerzo conjunto de varias instituciones líderes en sus respetivas áreas, como el IMSS (registros de cáncer base poblacional), CINVESTAV unidad Tamaulipas (análisis de big data e inteligencia artificial) y la UASLP, con el Laboratorio de Inteligencia e Innovación en Salud, Sociedad y Ambiente de la Facultad de Medicina, y la colaboración con Philip Landrigan del Programa de Salud Pública Global del Boston College, Massachusetts, Estados Unidos, y que trabajan en el objetivo común de asentar el Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales.
En un estudio practicado donde tenían el objetivo identificar las fuentes detrás del aumento de casos de LLA en menores de 19 años en la zona metropolitana de San Luis Potosí, Tijuana, Mérida y parte del Estado de México, se buscó determinar la ubicación de los casos y su concentración espacial. Los resultados revelaron la presencia de sustancias cancerígenas emitidas por diversas fuentes, incluyendo el benceno, hidrocarburos aromáticos policíclicos y el material particulado 2.5 (PM2.5), que se originan durante la combustión incompleta de materia orgánica.
Un problema que enfrentaron es que en áreas urbanas, rara vez la exposición se limita a una única sustancia. En su lugar, múltiples fuentes emiten sustancias cancerígenas, entre las principales fuentes se encuentran las ladrilleras, que debido a su proceso de fabricación emiten una mezcla de sustancias tóxicas, incluyendo residuos industriales, llantas y aceites.
Las gasolineras también se destacaron como indicadores importantes de emisiones de benceno, ya que su alta densidad está relacionada con una mayor cantidad de vehículos y una mayor demanda de combustible. Los vehículos de gasolina y diesel son móviles generadores de contaminantes cancerígenos.
La exposición y la falta de atención médica hacen que los niños sean especialmente vulnerables y la probabilidad de supervivencia para niños diagnosticados en áreas altamente contaminadas es significativamente menor, y aquellos que nunca han recibido atención médica tienen un mayor riesgo de fallecer.
En San Luis Potosí, la tasa de supervivencia para niños con esta enfermedad en la zona norte de la ciudad, fue la más baja en comparación con las otras áreas estudiadas. Es por eso que destacó la importancia de la normativa para controlar las emisiones de sustancias cancerígenas, en particular el benceno, pues estos hallazgos están impulsando la creación del Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales, que reúne información de diversas fuentes, incluyendo la inteligencia artificial y el sector salud, con el fin de monitorear la salud y el medio ambiente.
“La responsabilidad recae en la investigación, el gobierno, el sector salud y la industria. Este es un tema que debe abordarse con seriedad y colaboración de todas las partes involucradas”. Para ella, hay una necesidad urgente de abordar la contaminación del aire en zonas urbanas y controlar las emisiones de sustancias cancerígenas, especialmente en lugares donde se concentran ladrilleras y gasolineras.
