Por unas horas dejaron de ofrecer sus servicios en el Centro de Salud del municipio de Venado, debido a que se inundó tras la granizada que se sintió en ese lugar del Altiplano Potosino. Así también se dio a conocer que tras la tromba ocurrida en la región Huasteca se han desplegado varias brigadas de los Servicios Estatales de Salud con la intención de atender a las personas, aunque por el momento no se han detectado problemas sanitarios.
Un martes difícil vivió la entidad potosina, primero con una tromba que se registró en los municipios de Matehuala, Villa de Reyes, Ciudad Valles, Tamazunchale, Xilitla y Axtla de Terrazas, ahí se explicó que la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado, mantiene estrecha vigilancia a la par de otras autoridades, con la intención de detectar riesgos que ameriten la habilitación de albergues.
Por ahora han iniciado las brigadas de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios, COEPRIS, y de las Jurisdicciones Sanitarias que recorren comunidades inundadas, a fin de llevar a cabo acciones de saneamiento, detección de casos y manejo de alimentos.
“Derivado de las lluvias inusuales por el frente frío número 43 en el Estado del día de ayer, solo se desprenden inundaciones y encharcamientos, cierres parciales y una inundación en el Centro de Salud de Venado, que este día (miércoles) fue nuevamente habilitado al servicio”, apuntó la secretaria de Salud del Gobierno del Estado, Mónica Liliana Rangel Martínez.
Explicó que afortunadamente no hubo afectaciones a la salud derivado de estos hechos meteorológicos, aunque sí se frenaron actividades en el Centro de Salud de Venado por la inundación que se vivió, ahí cerca de tres mil familias no recibieron atención médica por unas horas; por la mañana del miércoles reanudaron actividades.
La funcionaria carrerista solicitó que brigadas de COEPRIS se trasladaran a los sitios inundados a fin de brindar medidas de saneamiento y manejo de alimentos, así como detectar posibles casos con enfermedades gastrointestinales.
Las lluvias y la sensación térmica del hielo que cayó pueden propiciar daños a la salud de la población ya sea de forma directa o indirecta, mismo que pueden ser leves desde infecciones respiratorias menores, enfermedades dermatológicas o inclusive pueden llegar a ocasionar lesiones graves y hasta la pérdida de la vida.
Desde la dependencia estatal lanzan un llamado como medidas de prevención como son el no atravesar crecidas de ríos, no habitar a los márgenes de los ríos, sí se vive en las laderas de montañas, verificar de forma frecuente las condiciones del terreno, sí se observa que este se desgaja muy fácilmente o tiene deslizamientos, se debe dar aviso de forma inmediata a las autoridades locales y municipales para estar alertas.
En una tormenta eléctrica refugiarse y permanecer seguro, nunca debajo de los árboles ni cerca de cables eléctricos, si se está en campo abierto buscar un edificio o un auto, si es al interior de una vivienda, se debe de estar alejado de las ventanas y sin manipular objetos metálicos o eléctricos. Si está en una piscina, salir de forma inmediata y buscar refugio. Ante cualquier síntoma de enfermedad, acudir a recibir atención médica, nunca automedicarse.
De continuar las condiciones meteorológicas adversas, deben reportarse inmediatamente condiciones de riesgo a sus servicios de salud, sobre todo si presentan síntomas que hagan presumir afectaciones como infecciones respiratorias agudas por el cambio brusco de temperatura, enfermedades diarréicas, dermatológicas o conjuntivitis por el contacto con aguas negras o debido al estancamiento de estas y falta de higiene posterior, enfermedades transmitidas por vector, como Dengue, Chikungunya o Zika, debido a la acumulación de agua limpia en recipientes y por ende mayor proliferación de zancudos, Leptospirosis por contaminación de agua y alimentos con orina de animales, lesiones diversas como ahogamiento o aplastamiento, ocasionadas por derrumbes, aludes o inundaciones por el reblandecimiento de laderas, desborde de ríos, quemaduras eléctricas por rayo en tormentas eléctricas.
Por ahora se indica que los grupos de edad más vulnerables son los menores de 5 años y mayores de 60.