El “home office” no debe ser considerado como una oportunidad de ahorro para las empresas, pues el hecho de que una persona trabaje en un lugar distinto a su centro de trabajo, no significa que las actividades que desempeñará serán menos importantes que quienes laboran de manera presencial.
Así lo señaló el presidente de Industriales Potosinos A.C. (IPAC), Max Alejandro Ramos Regil, quien comentó que, aunque en México el home office era menos común que en otros países, con la pandemia por el Covid-19 las empresas se vieron prácticamente obligadas a adelantar e implementar esta manera de trabajar con sus colaboradores.
En ese sentido, aseguró que esto no ha sido motivo para que las empresas busquen “ahorrar” gastos pagando menos a sus empleados, pues recordó que los ajustes salariales que se dieron en algunas industrias, fueron a causa de los paros técnicos que se llevaron a cabo entre los meses de marzo y mayo, además que fueron acuerdos pactados entre las mismas compañías, los sindicatos y sus trabajadores.
“Las áreas de trabajo se deben respetar, independientemente de dónde sean éstas, las empresas no debemos verlo como un ahorro. El hecho de mandar a una persona a su casa a trabajar, pensando que será más productivo y que nos vamos a ahorrar dinero, es un concepto mal entendido, pues creo que los espacios de trabajo deben estar muy bien marcados”, expresó.
Ante ello el empresario manifestó que, la reforma que se hizo a la Ley Federal del Trabajo para regular home office puede ser viable, sin embargo, es necesario enfocarse también en las repercusiones psicosociales que puede tener el trabajador, pues el hecho de que éste desempeñe actividades laborales, en un ambiente no acondicionado ni equipado para ello, puede desencadenar otras complicaciones, como estrés o depresión, ya que los trabajadores también deben cumplir con sus actividades personales en sus hogares.