EN CRISIS EL CÓMIC MEXICANO...
A pesar de la modernidad, la información y el entretenimiento vía digital, así como el bajo interés en la lectura, aún hay personas que buscan las clásicas historietas, de todos los géneros.
Entre los más recordados y buscados están Condorito y Chanoc, así como los “Libros” Vaquero y Sentimental; sin embargo, la mayoría de quienes adquieren un ejemplar lo hacen para guardarlo como “de colección”.
La denominación que se utiliza para referirse a este tipo de publicaciones también es muy variada, pues suelen conocerse como historietas, cómics, monitos, cuentos, o muñequitos.
Para Jesús Ávalos, quien ofrece una amplia variedad de revistas y periódicos desde hace cinco años en uno de los stands ubicados en “los arcos, a un lado de la entrada principal del Ayuntamiento “la clientela es muy amplia, y cada segmento de población tiene su publicación favorita”.
Advirtió que el público infantil, niñas y niños, optan por el “Muy Interesante Junior”; mientras que los pocos adultos mayores que aún compran revistas buscan el “Pasatiempos”.
Te digo, expresó, “la clientela es tan amplia como es la clase media, así es nuestro potencial de clientes, ya no hay una revista que actualmente predomine en el mercado”.
Insistió en que “los puestos de revistas son como ir al mercado, hay todo tipo de productos y de clientela”. Finalmente consideró que revistas de política ya no hay; “y de periodismo no existen, ese género en revista murió el siglo pasado”.
En recorrido por el lugar pudo observarse que las historietas que aún se expenden, se dividen básicamente en dos, mexicanas y extranjeras, a decir de Conchita “las más recordadas y que la gente busca están Condorito, Chanoc, el Kalimán y La Familia Burrón, “de las extranjeras están Batman y Superman, pero más Batman; el manga japonés se puso de moda pero ya lo piden poco”.
Los puestos de revistas exhiben ya pocos ejemplares de historietas, quedaron atrás los tiempos en que era difícil escoger entre los clásicos de Editorial Novaro, como Tom y Jerry y La Pequeña Lulú; o de Grupo Vid, como la inigualable, Lagrimas, Risas y Amor, así como los “libros”, sentimental y vaquero, de Novedades Editores.
La historieta tuvo su edad dorada en los años 40 y 50, cuando un solo capítulo de esas revistas podía alcanzar un tiraje diario de 350 mil ejemplares, sobre todo en las ediciones dominicales.
Para 1989 mantenían aún una capacidad de lectura del 61 por ciento de la población y constituían 80 por ciento de las publicaciones periódicas, poco después, el propio cómic mexicano, creado por autores nacionales, entraría en un período de crisis que perdura hasta ahora.