Al tratarse de un criterio estipulado en la Ley para asegurar la participación igualitaria en la definición de candidaturas, también desde la ideología política del albiazul se aplica desde antes de que fuera normativa, al considerarlo un justo derecho.
Lo anterior, lo expresó el presidente de la Comisión de Justicia del Congreso del Estado, Rubén Guajardo Barrera, quien en contadas ocasiones se ha pronunciado por la igualdad de derechos políticos, y además ha legislado para ello, recientemente fomentó que en las regidurías también se diera un 50 por ciento de acreditación para las mujeres en dichos cargos, adicionalmente participó para que el día de ayer, fuera histórico para la paridad de género en los tres poderes, ayuntamientos y organismos autónomos.
“Este tema, no es nuevo para nosotros, pues no sólo desde que se ha dado apertura a él, lo hemos difundido y acatado, sino que además hemos hecho propuestas a la Ley que han quedado signadas gracias al trabajo del legislativo; pero además en la plataforma política, desde nuestros cimientos, hemos aplicado esta idea de igualdad en derechos y obligaciones, favoreciendo a nuestras mujeres en la política, incluso por encima de otros partidos políticos que en sus estatutos, ni siquiera aplican este derecho”.
Quedó establecido que los partidos políticos promoverán la participación ciudadana en la vida democrática considerando el principio de paridad de género, no solo horizontal, sino también vertical, establecerán las modalidades para que los ayuntamientos y el gabinete del Gobierno del Estado, el Consejo de la Judicatura, magistrados, jueces, organismos autónomos y los poderes legislativo y judicial, al momento de su conformación y nombramiento, según corresponda, consideren el principio de la paridad de género, se cambia la redacción de diversos artículos cambiando la palabra varón por la de hombre y las comunidades indígenas designarán a sus representantes tomando en cuenta este principio.
Por su parte, se dijo convencido de que la desigualdad equivale al estancamiento del progreso social de todos, no sólo de las mujeres, aunque en este sector, representan la mitad de la población mundial, es decir, son la mitad del potencial que tenemos para el avance de nuestra sociedad y como tal, debe garantizarles sus derechos políticos, pero no como una norma u obligación, sino como una deuda que se tiene ante el desarrollo que se ha alcanzado gracias a ellas.
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