Aunque es conocido popularmente como templo de San Juan de Dios, el edificio católico ubicado en la esquina de Mariano Escobedo y el inicio de la calle Álvaro Obregón, en el centro histórico de la capital potosina, está presidido en su altar principal por Nuestra Señora del Rosario.
Así lo hizo notar a El Sol de San Luis el estudioso de la historia potosina, Fernando Chavira López, quien añadió que “de igual manera en su fachada también tiene una imagen ´de bulto´ de la misma”.
En 1611 el segundo virrey de Nueva España Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón aprobó para que se levantara una capilla en honor a Juan el Bautista. En 1615 comenzaron las obras de construcción de un hospital convento al servicio de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. El hospital anexo al templo fue edificado gracias a la generosidad de un noble. Por órdenes del virrey Félix Calleja el complejo se convirtió en un hospital militar. Posteriormente su hospital fue convertido en la Escuela Modelo, construido de 1905 a 1907; lo anterior de acuerdo a la información que se exhibe en el propio templo.
Chavira López mencionó también la aportación de Juan de Zavala, “quien aportó dinero para construir el Hospital de San Juan Bautista, destinado a dar atención a indios pobres y que era atendido en 1611 por la orden de los ´Juaninos´, con los frailes Alonso Pérez y Andrés de Alcázar al mando.
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Cinco años después, siendo prior Fray Tomas de Barrutia, y dada la gran actividad que tenía, este pidió limosna para sostenerlo y a la vez construir un templo con la colaboración de la población, edificándose uno de los más bellos y costosos de la localidad en su momento.
En 1613 Juan de Zavala se traslada a la Ciudad de México a desempeñar el alto cargo de alguacil, no sin antes dejar al cuidado de la obra a sus sobrinos, Juan de Zavala y Fanárraga, así como a Martin Ruiz de Zavala.
Antes de morir, Juan de Zavala dispuso en su testamento de 50 mil pesos provenientes de sus haciendas, para formar el colegio de la Compañía de Jesús, el cual es el antecedente del Colegio Guadalupano Josefino, después Instituto Científico y Literario, hoy Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Es posible, concluyó Chavira López, que Juan de Zavala haya sido propietario de los terrenos en los que después se ubicó la hacienda de Jaral de Berrio, pero fue su segundo propietario, su sobrino Martín Ruiz de Zavala, quien empezó a realizar las primeras construcciones.
El templo es catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su preservación. Durante la Revolución mexicana fue uno de los polos de conspiración en la ciudad, saliendo de ahí Luis Herrera Cano. La antigua Escuela Modelo actualmente es el Museo Federico Silva.