Las fallas en el suministro de agua, proveniente de la presa de El Realito, iniciaron mucho antes de que se detectaran las fisuras en la cortina, el contrato dejó de cumplirse desde entonces.
Ante esto, para el titular de la Secretaría General de Gobierno, Guadalupe Torres Sánchez, "hay elementos sobrados para demostrar ante una autoridad jurisdiccional el incumplimiento contractual por parte de la empresa Aquos".
El funcionario estatal opinó que las fallas llegaron hasta el punto, en que podría configurarse dolo y, por tanto, una figura penal.
Refirió la recomendación emitida en días pasados por la Comisión Nacional del Agua, instancia que le sugirió al Estado tomar acciones legales en contra de la concesionaria del acueducto.
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Aclaró que esta sugerencia viene solo a reforzar y apuntalar las tareas legales, emprendidas desde hace varios meses por la actual administración estatal.
Calificó como incomprensible que durante el largo tiempo del estiaje y consecuente sequía, es decir mientras no hubo agua, El Realito, no haya realizado las reparaciones completas del acueducto en los diferentes tramos, identificados donde la línea truena por un efecto vibratorio.
A finales del año pasado, Aquos reparó un tramo de apenas 1.3 kilómetros en las inmediaciones de la localidad de El Fuerte.
El encargado de la política interna en el estado añadió que, con independencia de las posibles penalizaciones por concluir el contrato de manera anticipada, también se analiza establecer un ente responsable de operar el acueducto de El Realito.
Finalmente, Torres Sánchez reiteró que, aún antes de que quedase inservible la presa El Realito, siniestrada por la sequía, el acueducto para trasladar agua a la capital potosina fallaba de manera sistemática, en ocasiones, semana tras semana.
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