"El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás", es el lema que este año le dan a la celebración del Día Mundial de la Alimentación, se insiste en que se debe entender la importancia sobre el consumo del vital líquido en nuestra salud y seguridad alimentaria.
En este sentido, nuestro país tiene buenas cifras toda vez que somos altos consumidores de agua embotellada y de garrafón en el mundo.
En las estadísticas mencionan que México es uno de los principales consumidores de agua natural embotellada. En 2017, el 98 por ciento de los hogares mexicanos compró agua, en promedio cada hogar adquirió mil 385 litros y gastó mil 315 pesos en el mismo período. En comparación con países como Chile y Colombia, no acostumbran a comprar agua embotellada, en el transcurso de 12 meses sus hogares solo adquirieron 37 y 39 litros en promedio respectivamente.
La frecuencia con la que las familias mexicanas compran agua en botella es de 51 veces al año, mientras que en países como Bolivia se adquieren 16 veces o en Perú 25.
En un año, el 76 por ciento de los mexicanos compraron en la calle agua embotellada, destinando en promedio 180 pesos. En este mismo lapso de tiempo, del total de gastos que realiza una persona en alimentos y bebidas 4 por ciento los destinó a agua para beber mientras estaba fuera de casa. A diferencia de otros líquidos, en la mitad de las ocasiones que se compra, van a comprarla solos o con compañeros del trabajo.
Se da a conocer que las principales razones por las que un mexicano consume agua fuera de su hogar es porque tenía sed, por antojo y porque es más sana que otras bebidas.
Desde los Servicios Estatales de Salud, SES, se comenta que el rápido crecimiento de la población, la urbanización, el desarrollo económico y el cambio climático están ejerciendo una presión cada vez mayor sobre los recursos hídricos del planeta, la cantidad de agua dulce disponible por persona ha disminuido en un 20 por ciento en las últimas décadas, y la calidad del agua se está deteriorando debido a la gestión deficiente, la contaminación, la sobreexplotación de aguas subterráneas y el cambio climático.
Necesitamos producir más alimentos y otros productos agrícolas esenciales con menos agua, garantizando que esta se distribuya equitativamente y que se preserven nuestros sistemas alimentarios acuáticos. Se deben diseñar políticas basadas en la ciencia y la evidencia que aprovechen los datos, la innovación y la coordinación intersectorial para planificar y gestionar mejor el agua.
Los Servicios de Salud de San Luis Potosí están comprometidos con la salud y el bienestar de la comunidad, para conmemorar este día, recuerdan algunas de las acciones continuas que se llevan a cabo para concienciar a la comunidad sobre la importancia del agua, ofrecen talleres educativos en escuelas, centros de salud y comunidades locales para informar a la población sobre la relación entre el agua, la nutrición y la salud. Estos talleres proporcionan consejos prácticos sobre cómo utilizar el agua de manera eficiente en la vida diaria.
De manera aleatoria se trabaja en las Sesiones Educativas, a través de las unidades de salud, organizando sesiones de concienciación donde se abordan temas como la importancia de la hidratación adecuada, la seguridad alimentaria y la conservación del agua. Éstas están diseñadas para ser accesibles para todos y todas, con el objetivo de no dejar a nadie atrás.