Aún existen comunidades que realizan descargas de aguas residuales sin tratamiento en arroyos, ríos y otros cuerpos de agua, lo que genera efectos negativos, incluso letales, en la salud de las personas que luego consumen el líquido.
La deficiente gestión social que hubo en la pasada administración gubernamental, tuvo como efecto que al menos una veintena de municipios no tengan en operaciones sus respectivas plantas de tratamiento.
Para el titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Regional, Ignacio Segura Morquecho, “la amenaza que conlleva esa omisión, atenta contra la salud pública y el medio ambiente”.
Es sabido que varios municipios, muchos de ellos en la zona Huasteca, precisó, realizan sus descargas de aguas residuales sin tratamiento, “junto a ese severo rezago está lo que corresponde al desarrollo de infraestructura de drenaje en varias localidades del territorio potosino”.
El funcionario estatal señaló en entrevista que para poner en funcionamiento las plantas tratadoras se requiere una inversión importante; “en algunos casos se trata de segundas etapas, todas son acciones que no realizó la administración pasada a través de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental”.
Una de las convicciones de este gobierno, emanado del Partido Verde Ecologista de México, es el compromiso con la agenda ambiental, su protección y preservación, expresó Segura Morquecho.
Al cierre de la pasada administración, la dependencia a su cargo contabilizó más de 700 localidades clasificadas en la entidad como de alta y muy alta marginación, “la deficiente gestión social tuvo como efecto que al menos una veintena de municipios no tengan actualmente plantas de tratamiento de aguas residuales”, concluyó.