Más de 800 pesos es el promedio de recursos que usuarios de Soledad de Graciano Sánchez y de San Luis Potosí destinan para llevar agua a sus hogares por medio de pipas, pues aseguraron que nunca han llegado las pipas de Interapas a su zona habitacional.
Los que comúnmente se quejan de ello son los habitantes de la colonia Balcones del Valle, que es una de las 30 que más se han visto afectadas por las averías de la presa el Realito.
Los habitantes de la zona comentan que desde el inicio de la construcción de El Realito se les ha pedido a los habitantes de las colonias del oriente, sur y surponiente de la ciudad, cuidar el agua, pues siempre se la pasan atendiendo el recorte del suministro del vital líquido.
Los quejosos, que decidieron permanecer en el anonimato, reconocieron estar hartos de la situación, pues cada que se les daña servicio del agua, tienen que pagar hasta 800 pesos por pipa, la cual dura una semana o incluso menos, dependiendo del consumo que realicen los integrantes de la familia.
Aunque reconocen que el organismo operador del agua les manda pipas, estas no son suficientes porque no cubren íntegramente el servicio, “es un servicio parcial, que además de que es un servicio parcial, es un servicio pésimo, porque tú llamas a Aquatel, y para que te atiendan es un verdadero milagro”.
Además de todas las inclemencias de no contar con agua potable y tener que pagar un recurso extra para las pipas particulares, se tienen que enfrentar a seguir pagando los recibos puntual es que les hace llegar el Interapas, como si el agua estuviera llegando con normalidad.
“Los piperos no me dan una factura, porque yo con la factura, podría ir a demandar al Interapas y a la Comisión Estatal del Agua, CEA, pero pierdo más tiempo porque tengo que contratar a un abogado, pierdo tiempo y dinero”.
Es de destacar que no siempre que reciben agua es de buena calidad, por tanto, tienen que hacer otro gasto adicional, que es la cloración manual del vital líquido.
“Mucha gente tiene que clorar el agua, pero mucha gente no sabe que hay que clorarla o no sabe la proporción de hipoclorito que tiene que utilizar o no tiene para pagar el hipoclorito, entonces ahí está la gente tomando agua contaminada”.
Cuando le llega el agua del delito al principio el líquido tiende a recibirse turbio y con una tonalidad amarillenta, situación que no han podido resarcir en mucho tiempo.
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