Pasan hasta 12 horas esperando la vacuna covid-19, trabajadores del sector salud de San Luis Potosí, que están haciendo fila en el Hospital Militar. Denuncian influyentísimo, pues primero atienden a los trabajadores de las instituciones privadas y dejan hasta el último momento a los del sector público.
Amador Estrada, es un terapista físico que labora en una institución del sector público, el viernes cuando llegó a laborar, le pidieron que se dirigiera inmediatamente al Hospital Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional, SEDENA, porque le pondrían la vacuna contra el coronavirus. Lo hizo muy entusiasmado, pero cuándo se percató de diversos inconvenientes hasta el rostro le cambió.
Al llegar a este lugar ubicado en el pleno centro histórico de la capital potosina se percató que la fila era larguísima, junto con sus compañeros de área esperaron por 12 horas, bajo los intensos rayos del sol, sin agua y sin alimento. Mientras realizaban esta agobiante espera, tenían que contestar una serie de cuestionarios que les hacían llegar para conocer su estado de salud y condiciones de trabajo.
La gran mayoría de ellos se percataron de que estás largas filas se generaban debido a que personal del sector salud privado entrada antes que ellos, no hacían cola y no se les cuestionaba como a ellos. Incluso mencionan que dejan pasar primero a los que laboran en la Bene San Luis y en el Hospital de la Salud.
Algo que también los tiene sumamente enfadados, es que se está vacunando a personal administrativo de los hospitales privados, mismos que no se encuentran en la primera línea de batalla.
Amador, ejemplifica que los encargados de la SEDENA en la capital potosina, sólo aceptaron aplicar el biológico a 23 trabajadores de su institución pública, y dejaron fuera a unos 30 que también se encuentran indefensos ante esta enfermedad. Una de las situaciones que vivió, fue que constantemente le preguntaban su nombre y le pedían estar en una lista de beneficiarios, misma que nunca encontraba el personal militar, hasta que de su área de trabajo la volvía a mandar varias veces. Hoy afirma el trato no es igualitario y se sienten hasta discriminados por lo ocurrido.