Desde la edad de 6 años le llamaba la atención, el color las formas el tamaño y las historias que envuelven, las estampillas del servicio postal mexicano, por ello se convirtió desde esa edad un filatelista estamos hablando Gustavo Adolfo Gordoa.
"Desde chiquito me llegó la primera estampilla como ocurría antes a través de las cartas que me llegaban de la familia de España, México, estados unidos, empezábamos a admirarlas, comencé a colectar álbumes y comencé a aprender mucho de ellas".
Aunque podría pensarse que la estampilla que guarda con más recelo es la más extraña, la que más le costó conseguir, la que proviene de otro país, la situación es completamente diferente, pues se trata de una estampilla que consiguió justamente el día exacto en que murió su papá en el año de 1982, con nostalgia y hasta podría decirse tristeza guarda entrañablemente esta que era alusiva a la fauna de México.
"Me acuerdo que murió mi papá y lo estábamos velando y me fui corriendo a correos iba todo desvelado, la señorita de correos me dijo tienes todo crudo de una pachanga y yo contesté no vengo de velar a mi papá, la mujer impresionada me dijo cómo vienes a comprar una estampilla pero tenía que hacerlo porque en ese entonces salía la estampilla y tenía que sellarla si no, se iba a México y ya lo cancelaba, y ella me dijo me hubieras dicho, Entonces le tengo mucho cariño, es una estampilla de la fauna de México de la tortuga carei y la ballena gris es simple no de un gran costo pero para mí tiene un valor importante".
La sociedad filatélica Potosina en dónde es presidente nació en el año de 1974 actualmente se reúnen en el museo Francisco Cossío lagarde, dónde han tenido figuras muy importantes porque son los coleccionistas más importantes del país que han sido evaluadas con montos muy elevados.
Actualmente 12 personas integran está asociación quienes se dicen muy activos a comparación de otros estados de la república como Guadalajara o nuevo León y la Ciudad de México, señala que en San Luis Potosí prevalecen prácticas importantes relacionadas con el servicio postal mexicano.
Este filatelista de 59 años de edad es originario de la Ciudad de México aunque se dice arraigado en San Luis Potosí por los años que ha vivido en esta entidad menciona qué gracias a la recolección de estampillas también logró educarse pues su profundo amor a la geografía también propició que se interesará por las estampillas que no solamente evocan a querer las juntas sino a conocer su historia y todo lo que hay detrás de las imágenes que ahí se representan "aprendí mucho gracias a ellas se aprende mucho sobre dónde está ese país la historia del personaje, tenemos que investigar es no solamente ver la imagen o juntarlos si no saber por qué se imprimió a este personaje".
Con una sonrisa en la cara menciona que sus domingos y más eran destinados básicamente para comprar las estampillas y en muchas ocasiones llegó a quedarse sin dinero en la bolsa, aún así no cuantifica cuántas tiene en total, aunque son miles, tampoco la ha evaluado económicamente "no es tan cara, la filatelia si son algunas caras, pero se puede comprar o intercambiar con otros países y hacer una colección filatélica.
Recuerda que muchos recolectores han parado sus bodas o alguna actividad especial para irse a buscar la estampilla "para mí tiene un precio muy importante"
Aún continúa buscando la estampilla más difícil porque es elevado en precio y todo mundo la busca hay varias en México sobre todo la relacionada con temáticas de Navidad.
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