El grafitti es un género dentro del arte visual, comúnmente considerado por muchos clandestino. La mayoría de los artistas que se desarrollan en esta área lo realizan para expresarse de manera libre.
Este modo de pintura "callejera" se desarrolla en espacios amplios como muros, portones y paredes. Los cuales exhiben mensajes, palabras, tipografías elaboradas con aerosol y esténcil.
En San Luis Potosí, existen una gran cantidad de grafiteros que han dejado marcados sus tags(firmas) y lemas para representar sus ideales sociales.
Sin embargo, este arte es muy poco aceptado y comprendido por muchos, todo ello por la percepción estética personal.
Así lo mencionó Mikel 36crew, quien es un joven que desde hace cinco años se dedica a elaborar tags y seguir la huella de aquellos grafiteros de la capital que han dejado su marca en la ciudad.
"El grafitti es muy poco valorado, nadie lo entiende y lo ven como algo antiestético. Les parece muy pandilleril y lo único que hacemos es expresarnos, utilizar el aerosol y tomar espacios que no nos son otorgados para crear".
En la capital , según lo señalado por este artista del graffiti, aproximadamente existen más de 3 mil tags y más de 500 muros intervenidos por más de 650 grafiteros.
"Es difícil que nos tomen enserio, nos ven como delincuentes pero, si nos otorgarán espacio para pintar, muchos no tomarían muros de manera clandestina, aunque de eso también se trata de apropiarnos de los lugares y marcar estos espacios con nuestro grafitti".
Aunado a esto para un grafitero es primordial dar a conocer su nombre, recorrer el espacio público y por supuesto hacerse notar.
"Somos muchos los que hacemos grafitti, unos con mayor experiencia y talento que otros, pero nadie es menos importante. Todos trabajamos con originalidad, técnica en el aerosol, flujo continúo y originalidad".
Actualmente el grafitti es considerado una falta administrativa , por lo cual se ha convertido en una actividad riesgosa para este tipo de artistas.
"Todo tiene su riesgo, y crear también. El graffiti siempre ha sido visto como algo ilegal y ahí radica su importancia de realizarlo, contra todo estándar social, hay que hacer lo que sea necesario para exponer nuestro punto de vista".
Hoy día existe programas municipales que buscan que estos artistas "encaminen" su talento para elaborar murales más convencionales, no obstante, par ellos es ir contra corriente y prefieren en su mayoría seguir interviniendo espacios desde la secrecía de los muros capitalinos.