La administración estatal no tiene contemplado adquirir automóviles nuevos, se deshará de “vehículos chatarra” y mantendrá el mismo gasto en combustible.

Así lo dio a conocer el titular de la Oficialía Mayor, Elías Pesina Rodríguez, quien adelantó que la desincorporación de modelos antiguos será de al menos 600 unidades.

El funcionario estatal destacó que otra de las estrategias desplegadas ha sido el control de gasto en gasolina, para generar ahorros en el consumo de combustible.

Recordó que desde 2017, pese a los incrementos constantes, la administración gubernamental ha mantenido el mismo presupuesto para la compra de gasolina, “ahora somos más cuidadosos y se aplica una mayor restricción en ese gasto, los vehículos oficiales son usados solo para cuestiones de trabajo y se evita que sean utilizados los fines de semana"

En cuanto a los vehículos que saldrán de circulación, indicó que, por su antigüedad, “resulta muy costoso su mantenimiento y reparación, por lo que ya fueron desincorporados del padrón vehicular”.

A las unidades de diferentes dependencias gubernamentales, refirió, se les concede una dotación de gasolina adecuada para que puedan realizar sus operaciones, “ese es uno de los insumos de mayor necesidad, pero también de costo más alto, tenemos que mantener la política de austeridad y cuidar ese gasto, para evitar erogaciones costosas”.

El titular de la Oficialía Mayor aclaró que, a reserva de las áreas de seguridad, continuará cancelada la adquisición de nuevas unidades vehiculares “la intención es continuar con el fortalecimiento institucional por lo que seguirá la compra de más patrullas”.

Finalmente, Pesina Rodríguez añadió que no será así con otras dependencias, “tendrían que justificar a plenitud la necesidad de un nuevo vehículo, conforme a lineamientos de austeridad y sin lujos, algo funcional”, concluyó.