De la misma forma que a nivel federal se ha señalado que los fideicomisos se utilizaban como caja chica, o no tan chica, de personas y agrupaciones; en San Luis Potosí fue detectado un mal uso de los recursos que fluyen a través de esta figura.

Para el titular de la Secretaría General de Gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, a pesar de lo anterior, la administración estatal debe atender la petición del empresariado con respecto al uso que debe darse al impuesto ecológico.

Refirió que el pasado lunes, 15 de abril, comenzó una serie de mesas de trabajo con la participación de la iniciativa privada, la Consejería Jurídica, y las Secretarías de Finanzas, y de Ecología y Gestión Ambiental.

El funcionario estatal abundó en que, en dichas reuniones, se abordaron temas como la construcción de la reglamentación del citado impuesto estatal que es de reciente creación.

Insistió en que el Gobierno del Estado se mantiene receptivo a escuchar las propuestas emitidas desde la iniciativa privada acerca de los posibles usos que se darán a los recursos captados -a partir de junio próximo- con la aplicación del gravamen relativo a las emanaciones contaminantes.

Reveló que una de las propuestas hechas desde el sector empresarial es la de crear algún instrumento con el que se retribuya el impuesto captado, a través de incentivos o estímulos para desarrollar acciones o programas que ayuden a mitigar el impacto de la contaminación en el medio ambiente.

El encargado de la política interna en el estado observó lo anterior, al tiempo de enfatizar que “al gobierno actual lo ha caracterizado la inversión pública; los impuestos, derechos o contribuciones son ingresos estatales que se utilizan en el gasto público, vía inversión productiva, mientras que hemos visto cómo fueron utilizados los fondos o fideicomisos en el pasado”.

Reiteró que actualmente los ingresos públicos son utilizados de manera correcta, “en diferentes proyectos de infraestructura que le han dado a San Luis Potosí una mayor competitividad y la posibilidad de alcanzar un crecimiento económico más amplio, atraer inversiones, así como crear más y mejores empleos.

Finalmente, Torres Sánchez afirmó que “se ha demostrado que el uso de fondos, fideicomisos, o cualquier otro instrumento parecido utilizado en años pasados, finalmente se convirtió en botín personal o de grupo”.