A través de un “pase de supervivencia” dentro de la burocracia estatal, logró detectarse a personas, generalmente familiares, que cobraban la pensión de trabajadores ya fallecidos; aunque son pocos los casos se buscará proceder en contra de los defraudadores.

Así lo dio a conocer el titular de la Oficialía Mayor de Gobierno del Estado, Noé Lara Enríquez, quien observó como esta situación, aunque en mínima escala, se suma a la serie de inconsistencias que tienen sumida a la Dirección de Pensiones en una grave crisis.

Refirió que el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado implementó un registro de supervivencia, “aunque esto se hizo con la intención de solventar las acusaciones de haber intervenido en el mal uso de los recursos de Pensiones”.

Añadió que el personal se inconformó con la medida, aunque esta se realiza en la gran mayoría de los sistemas de pago de pensiones a adultos mayores para comprobar con cierta frecuencia su supervivencia.

El funcionario estatal reiteró que “fue durante el desarrollo del pase de ´lista de vida´ del sector burocracia del gobierno estatal como fueron detectados los casos de personas que cobraban pensiones de beneficiarios fallecidos, aunque esto fue en una proporción mínima”.

Detalló que en la revisión fueron detectados no más de cinco casos en los que eran cobradas pensiones de personas fallecidas, “en estos casos la Contraloría General del Estado procederá en contra de ellos conforme a sus atribuciones”.

Aunque la proporción no es alarmante preocupan ese tipo de conductas cuando en Pensiones han brotado tantas anomalías en el manejo de los recursos, dijo, al tiempo de observar que fue el SUTSGE el que se hizo cargo de la organización y desarrollo del pase de lista de vida “por un aspecto de recuperar legitimidad, ya que a la central sindical mayoritaria se le mencionó como uno de los que entraron en componendas para realizar operaciones con recursos de los fondos de Pensiones”.

Finalmente, Lara Enríquez argumentó que el pase de lista de vida es un ejercicio regular que realizan varias instituciones, como el IMSS, para constatar que sus beneficiarios están con vida.

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