Los precios inflados en la adquisición e instalación de cámaras de video vigilancia y arcos detectores causaron un daño al erario del orden de los 50 millones de pesos, los cuales deben ser resarcidos.
El robo a las arcas estatales se fraguó, de manera evidentemente ilegal, a través de “moches”.
El gobernador, Ricardo Gallardo Cardona, reveló que ese dinero corresponde a equipamiento en seguridad “pagado durante la administración de Juan Manuel Carreras López para la adquisición e instalación de cámaras de video vigilancia en el área metropolitana y municipios del interior, así como de arcos detectores”.
El mandatario estatal informó que buscará la forma de recuperarse al menos esos 50 millones de pesos, generados por desfalcos detectados en el renglón de seguridad pública.
Entre los últimos pagos que hizo el exgobernador antes de irse, añadió, estuvo un monto de 200 millones de pesos “con los que se agarraron a poner postecitos de cámaras por todos lados, para levantar esa infraestructura lo más rápido posible, les urgía pagar y lo hicieron porque les representaba recibir de regreso otra mochada de 50 millones de pesos".
El monto pagado estuvo “inflado”, insistió, y son los 50 millones de pesos que queremos recuperar de ese sobreprecio en cámaras de vigilancia, arcos detectores y equipo de seguridad.
Consideró que de lograr el resarcimiento de esa cantidad, “los recursos serían destinados para el fortalecimiento y equipamiento de la Guardia Civil Estatal”.
Finalmente, Gallardo Cardona confirmó y destacó que, una vez que se obtuvo la reparación del daño por poco más de 55 millones de pesos recuperados en el sector salud, vía pago de ex funcionarios procesados por delitos, “ese dinero se utilizará en la adquisición de ambulancias, las cuales serán destinadas a los municipios potosinos que aún no tienen esa clase de equipo”.