Con el templo cerrado, la actividad comercial no disminuye en El Saucito. La venta de comida como “tostadas borrachas”, menudo y gorditas de horno, atrae a las familias como un día normal sin temor al Covid-19.
La vida en el norte de la ciudad sigue su curso normal en un domingo cualquiera, donde los habitantes y comerciantes de comunidades cercanas de la capital y Mexquitic, “bajan al pueblo” para realizar distintas actividades mezclándose con las “familias capitalinas” que acuden de paseo gastronómico.
Hay puestos establecidos de tortas de carnitas, gorditas de horno conocidas como “ahogaperros” rellenas de chicharrón y bañadas en salsa, tostadas borrachas repletas de frijoles, nopales y con una salsa muy picosa donde destaca el cilantro y la cebolla, además del tradicional menudo de “Doña Pera” que los fines de semana abre a las 4 de la mañana “para recibir a los borrachitos hambreados o a los crudos arrepentidos”.
Sin embargo, hay otros negocios cuya clientela aumenta considerablemente en domingo, sobre todo por quienes vienen de Maravillas, La Angostura, Rio Paisanos y demás comunidades cercanas, que son la venta de películas piratas en “Clonópolis, la capital del clon” y la paletería donde todas esas familias se refrescan.
A un costado del templo de Nuestro Señor del Saucito, no dejan de instalarse por la mañana los triciclos para le venta de tamales y atole así como tacos de canasta, donde los principales clientes son los trabajadores que esperan el camión para ir a su centro de labores, principalmente en la zona industrial.
El tianguis que trabaja los sábados y domingo también lo hizo de manera normal, concentrando a la mayor parte de los clientes durante la mañana; después del medio dia, con 36 grados centígrados de temperatura la gente optó por empezar a retirarse a sus casas o a buscar sombra.
Y todo esto sin considerar la gran cantidad de bares y depósitos de cerveza así como de venta de micheladas que abundan en la zona de El Saucito.