El alcalde capitalino, Enrique Francisco Galindo Ceballos, reconoció haber recibido el Rastro Municipal en “condiciones muy complejas” que lo ponen muy lejos de obtener una certificación TIF, pero que debido a que ahí se procesa la carne que se consume en la ciudad se han mejorado los sistemas y protocolos de salubridad e higiene.
Luego de presidir la instalación del Consejo Consultivo del Rastro Municipal, el jefe de la comuna y funcionarios realizaron un recorrido por las instalaciones ubicadas en la comunidad de Peñasco, donde se observaron los avances que se han obtenidos a dos meses de iniciada su administración.
El subdirector del Rastro Municipal, Pablo César Ojeda, destacó el avance de los proyectos de mejora en materia de salubridad e higiene, la atención a las campañas sanitarias y la revisión de los registros de los animales que llegan; detalló que se verifica el ganado que es llevado a sacrificio antes y postmortem, lo que coadyuva a garantizar que la carne es apta para consumo humano.
Galindo Ceballos coincidió con ello, pero lamentó que al iniciar la administración recibió unas instalaciones con muchos problemas, con equipo y maquinaria descompuesta –incluyendo la planta tratadora-, y por si fuera poco con un descuido a su plantilla laboral, mucha de la cual prevalece desde hace más de 30 años.
En este sentido, indicó que los trabajadores del rastro ahora también tienen acceso a mejores prestaciones y al pago de horas extras que antes no se pagaban.