Por segundo año consecutivo y debido a la pandemia por el Covid-19, el desfile cívico-militar de este 16 de septiembre que tradicionalmente se realiza para conmemorar la independencia de México, se desarrolló en un ambiente un tanto sobrio por la falta de los espectadores que con sus vivas, sus aplausos y su sentido nacionalista, enmarcaban año con año el evento patrio.
De igual forma con la asistencia de un menor número de funcionarios, el acto de colocación de ofrenda a la Bandera por parte de las autoridades civiles estatales y militares, se realizó en el monumento al lábaro patrio a temprana hora.
En el desfile, se contó también con un número menor de contingentes que años anteriores y únicamente de los pertenecientes a las diversas áreas de seguridad como Guardia Nacional, Ejército, Guardias Rurales, Seguridad Pública del Estado y Seguridad Pública Municipal.
El desfile inició con el paso de la Bandera Monumental, sostenida por una mujer militar en una unidad del Ejército, siendo seguida por los contingentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, desfilando en total, 399 elementos, 104 vehículos, 12 motocicletas y 4 canes.
Este año se omitió también la participación de contingentes de Protección Civil, Conafor, Cruz Roja y Charros entre otros, así como de los contingentes de a pie.
Elementos de seguridad pública resguardaron desde temprana hora todos los accesos a la Plaza de Armas para evitar el paso de espectadores con el fin de evitar aglomeración de personas que pudieran representar algún posible foco de contagio de Covid-19.
A pesar de la falta de espectadores, de funcionarios y de mayor número de participantes, continua presente el sentir y el fervor patrio, aunque sí, menos visible que en años anteriores debido a la pandemia.