En los últimos años, los fraudes esotéricos se han hecho más recurrentes en San Luis Potosí, ya que muchas veces los potosinos ponen su fe en estas prácticas y, en ocasiones, terminan perdiendo más de lo que iban buscando por culpa de personas que se hacen pasar por hechiceros, santeros, chamanes, brujos, o maestros de alguna práctica afín.
Modus operandi de los fraudes esotéricos
A través de sus redes sociales, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado, dio a conocer una de las tantas formas que operan algunos de estos charlatanes, y todo empieza en el momento en el que la víctima se acerca buscando la ayuda de estos presuntos adivinos por Facebook, Instagram, o alguna otra red social.
Los presuntos brujos piden un pago por adelantado a la víctima, su información personal, y en algunos casos, fotografías y videos de índole sexual con los cuales pueden extorsionar a las víctimas más adelante.
Fuera de las redes, también hay peligro
Otros casos que llegaron a El Sol de San Luis, fueron el de dos adultos mayores, quienes relataron la historia de cómo fueron robados por este tipo de personas.
De acuerdo con las hermanas Carmen y Olga, se encontraban una tarde de sábado en la tranquilidad de su casa, cuando de repente escucharon que alguien llamaba a la entrada de su casa y de primera vista observaron a tres personas con prendas como las que usan los gitanos; entonces, las mujeres decidieron abrirles para ver qué necesitaban.
Estas personas les ofrecieron el servicio de “curarles el oro y joyas” ya que estas podrían tener “malas energías como envidias, mala vibra”, etc.
Las adultas mayores se confiaron y entregaron joyas, relojes, moneditas de oro, cadenitas de plata, entre otros artículos de valor y que les habían dejado sus difuntos esposos.
Los tres “iluminados” les pidieron meter todos los objetos a un saco rojo para trabajarlos, hicieron algunos rezos con un ramito de plantas, y después de medio espectáculo, le entregaron la bolsa de nuevo a las ancianitas.
Estas personas les dijeron a las hermanas que no abrieran el saco hasta que pasara una hora, pues de abrirlo antes, el trabajo para curar el dinero, no tendría efecto.
Una vez que los sujetos se fueron y de que pasó una hora, las abuelitas abrieron el saco, y fue su cruel sorpresa al darse cuenta que sus joyas, relojes y otros artículos, ahora eran piedras y rondanas, pues aseguran que estos charlatanes les cambiaron el saco sin darse cuenta mientras maniobraban el saco.
El caso de los curanderos de SLP que llegó a la SCJN
En junio, pero de 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió un amparo sobre el caso de unos curanderos que además de crear infusiones para temas de salud, también realizaban sesiones de limpias y presuntamente tenían un método para “curar dinero malo”, actividades con las que ganaron más de 500 mil pesos.
Su modus operandi era decirle a sus clientes que era necesario llevar el dinero a una casa que ellos mismos habían ambientado para impresionarlos y donde supuestamente también había tesoros.
Cabe recalcar que previamente, en el 2008, algunos clientes de los curanderos ya habían denunciado esta práctica ante el Ministerio Público, y se inició una investigación por los delitos de asociación delictuosa y fraude.
Después de la investigación, el agente del Ministerio Público decidió presentar cargos penales contra los curanderos y posteriormente, una jueza emitió una sentencia condenatoria contra los imputados por el delito de fraude.
A cada uno de los curanderos se les impuso una pena mínima de 8 años de prisión una multa de 36,648 pesos, más la devolución del dinero estafado como reparación del daño; además no se permitió sustituir la prisión ni recibir condena condicional debido al monto de la pena impuesta.
Las personas sentenciadas apelaron esta sentencia por considerar que el delito de fraude en el código penal de San Luis Potosí transgrede la garantía de exacta aplicación de la ley penal y legalidad. Luego, en la segunda instancia el Tribunal Superior de Justicia de San Luis Potosí confirmó la sentencia, por lo que decidieron presentar un amparo directo.
El Tribunal Colegiado que conoció del asunto, resolvió dejar sin efectos parte de la sentencia, pero solo por el monto de la reparación del daño. Ante ello, se inconformaron y el caso fue atraído por la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por su relevancia.
En el juicio de amparo de la Suprema Corte, los curanderos argumentaron que se violaron sus derechos, específicamente la garantía de la exacta aplicación de la ley, ya que consideraban que el artículo 205 del Código Penal de estado de San Luis Potosí, era inconstitucional y no define claramente lo que constituye el delito de fraude específico.
Esto es lo que dice el Artículo 205: Igualmente comete el delito de fraude y se sancionará con las mismas penas a quien... XII. Para obtener un lucro indebido explota las preocupaciones, las supersticiones o la ignorancia de las personas por medio de supuestas evocaciones de espíritus, adivinaciones, curaciones u otros procedimientos carentes de validez técnica o científica.
Este caso cayó en la ponencia del ministro Arturo Zaldívar, quien resolvió que estas alegaciones no tenían fundamento, ya que el artículo 205 del Código Penal de San Luis Potosí se considera claro y preciso por lo que no se violaba la garantía de la exacta aplicación de la ley.
Además estableció que el actuar de los curanderos se adecuaba como fraude, pues obtuvieron lucro indebido causado por preocupaciones, supersticiones e ignorancia por medio de supuestas evocaciones de espíritus, adivinaciones, curaciones y otros procedimientos sin validez técnica o científica.
Es importante mencionar que esta sentencia no busca afectar la medicina alternativa ni la espiritualidad de las personas, sino el actuar motivado desde lucro y el aprovechamiento que cause afectación patrimonial a las personas.
¿Qué hacer si has sido víctima de un fraude esotérico en SLP?
Cabe señalar que este artículo no pretende cuestionar a quienes creen estas prácticas, sino alertar, con base en hechos previos, a la ciudadanía para que tome precaución ante casos de riesgo.
Si ya diste tus datos, o proporcionaste dinero sin haber obtenido el servicio prometido a cambio, o recibes amenazas sobre la divulgación de tu información o fotografías, denuncia ante la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado, al número 444 649 6360 o acude directamente a la sede de la Fiscalía General del Estado más cercana a tu domicilio.