Tras el polémico caso del fallecimiento de la menor Camila Roxana, a quien dieron por muerta, y en su funeral revivió para posteriormente volver a fallecer, la Secretaria de Salud del Gobierno del Estado señaló que la Fiscalía General de San Luis Potosí no ha concluido la investigación, a pesar del compromiso que hizo para esclarecer lo ocurrido el pasado 22 de agosto en el municipio de Salinas, en la región altiplano del territorio potosino.
Se reveló que a la menor la atendieron cinco médicos, de los cuales tres galenos que laboran en instituciones médicas privadas y los otros dos en nosocomios del sistema público de salud.
De acuerdo con los primeros reportes de la Fiscalía General de San Luis Potosí, todo comenzó cuando la pequeña fue ingresada al Hospital Comunitario del municipio de Salinas debido a que presentó vomito y diarrea.
Ahí, le recetaron unas gotas de paracetamol, con las cuales se repondría; sin embargo, de un momento a otro ya no presentó signos vitales, por lo que la dieron por fallecida.
Fue así que le entregaron a la madre con un certificado de defunción, el cual determinó que Camila perdió la vida por una deshidratación severa y diarrea aguda.
La historia de no creerse sigue sin esclarecerse por lo que la Fiscalía General de San Luis Potosí deberá rendir un informe pormenorizado para deslindar y fincar responsabilidad en caso de comprobarse que hubo negligencia médica.