- No dejemos de rezar el Rosario todos los días a nuestra Madre Santísima: Arzobispo de SLP Mons. Cavazos Arizpe
Con desbordante y evidente regocijo espiritual y profunda devoción, fieles de la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima celebraron su fiesta patronal, encabezados por su Párroco, Canónigo, Pbro. Fernando Ovalle González.
Con una Solemne y emotiva concelebración Eucarística, presidida por el Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe y otros sacerdotes concelebrantes, se festejó en su día, a la hermosa Madre de Dios, aparecida por última vez en Fátima Portugal, (Cova de Iría) el 13 de Mayo de 1917.
Nuestro Pastor indicó que las profecías que les dijo Nuestra Señora de Fátima a los tres pastorcitos videntes, Francisco y Jacinta Marto y a Lucía, a muchos les da incertidumbre, preocupación, inquietud, miedo, mientras a otros incluso les puede causar mofa, como aquellos que hacen programas esotéricos llenos de mentiras; sin embargo, la Madre de Dios nos dá seguridad con su amor y ternura maternal, porque es nuestra mamá que nos acompaña paso a paso, es quien nos aconseja y también nos corrige cuando hacemos algo mal.
Jesús nos la dejó como Madre en la persona de San Juan Evangelista, por eso disfrutemos de su amor maternal rezando todos los días el rosario como Ella nos lo ha encomendado, por la conversión de los pecadores, que son los que provocan injusticias y caos, conflictos y graves problemas en el mundo.
A nuestra Madre Santísima le duele también lo que nosotros sufrimos, nuestras frustraciones, enfermades, preocupaciones, aflicciones, etc. Ella siente lo que sentimos, y nunca nos deja solos, siempre está con nosotros.
rostro apacible, tierno, bondadoso, dulce, que nos da seguridad, que nos protege, pues con el hecho de llevar una estampita en la cartera, eso nos da consuelo y seguridad.
No temamos a las situaciones futuras, pero sí recemos el rosario con profunda fe tierna que nos debe comprometer a ayudar a los más necesitados, a pensar en los más pobres de entre los pobres.
La Virgen nos exhorta incluso a ir con aquel joven que ha perdido la fe, y que se la vive perdiendo el tiempo tristemente en el celular, viendo quizás programas que nada bueno le dejen en su vida, sólo autodestrucción y falta de fe.
Que la fe en la Madre de Dios y Madre nuestra, nos haga ser sensibles a las necesidades y sufrimientos de nuestro prójimo.
La Virgen permanece humilde y callada, sabe que debe guiar su Hijo Jesús, pero Ella siempre nos acompaña, nunca nos deja solos, eso jamás. Acudamos todos los días a ella e invoquémosla en todo lugar y momento, sea feliz o sea adverso.