Un silencio estremecedor que revolvía las tripas, las apretaba y hasta magullaba el corazón, provocaban hombres y mujeres que formaban parte del cortejo fúnebre del ex diputado local y chavo banda, Pedro César Carrizales Becerra, alías “El Mijis”. Transmitían un profundo dolor, desconcierto y desasosiego, mientras lo acompañaban por las escombradas y destrozadas calles de su barrio.
Mientras trajinaban por las calles de Granito y Granizo de la colonia de las Piedras, sus compas no gritaban, no lloraban, no cantaban, al contrario callaban, dejaban descansar al polémico hombre que salió de la calle para el mundo.
Mientras traían en hombros el féretro color azul, nadie valvuseaba solo guardaban silencio, sus familiares y amigos más cercanos estuvieron ahí, cargaban consigo las fotografías del hombre que perdió la vida en un accidente vehicular, ocurrido el 3 de febrero, en el kilómetro 27 en la carretera Nuevo Laredo - Piedras Negras.
El último adiós del Pedro Piedras, también conocido como El Mijis, se lo dieron en la conocida Iglesia de la colonia Las Piedras, su despedida se mantuvo en el hermetismo, así como fue en vida, se fue distrayendo a la prensa, no se sabía dónde lo velarían ni tampoco dónde sería la misa, ni su entierro.
El ex diputado local y activista, el jueves pasado fue identificado por sus familiares, en el Estado de Tamaulipas, en donde la Fiscalía General de ese estado reseñó que la investigación realizada, concluyó su muerte.
La misa fue oficiada por un religioso que conoció en su niñez y adolescencia. Este evento se mantuvo en medio de la privacidad, no querían los reflectores que le encantaban al Mijis, prefirieron guardarse su dolor y no compartirlo con quienes disfrutaban de las andanzas del chavo banda que ganó popularidad por ser considerado un verdadero fenómeno de la reinvindicación y readaptación social, “el sí se puede”, el sí se puede salir de las drogas, el sí se puede salir de las calles, el sí se puede salir de los vicios, el sí se puede salir de las malas compañías, el sí se puede tener una familia, el sí se puede crecer, el sí se puede alcanzar sus sueños, tanto que logró una diputación local.
Un grupo de seis jóvenes, algunos con playeras donde se leía la leyenda Team Mijis, sostuvieron el ataúd, en los aires, mientras que todos guardaban un insoportable y asqueroso silencio. Lo llevaron con Dios y pudieron rezar por su alma, la que vivía acongojada por haberse intentado quitar la vida muchas veces y por haberle dado tremendos dolores a su madre, hoy ya se reúne con sus seres queridos y deja la vida que tanto disfrutó en la peligrosa y popular colonia de las Piedras.
Su cuerpo fue dejado en el cementerio de Arboledas del Consuelo ubicado en la colonia del Morro, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez.