Familiares de Personas Privadas de su Libertad (PPL) en el reclusorio estatal de la capital potosina aprovecharon un acercamiento con autoridades luego de las incidencias violentas ocurridas la tarde de este jueves 2 de mayo para exponer lo que consideraron diversas anomalías, tanto al interior como al exterior del mismo, en espera de que sean atendidas.
Luego de un bloqueo que protagonizaron en las laterales de la carretera 57 como presión a la ausencia de información sobre lo que ocurría al interior del penal, se les aseguró que no se trataba de un motín sino “de una riña entre internos de dos dormitorios”.
Aunque no se quedaron muy conformes, alrededor de las 19:00 horas la incidencia ya estaba controlada.
No obstante, aprovecharon el acercamiento para exponer situaciones que afectan a sus familiares recluidos, como el supuesto robo del dinero que les hacen llegar, y a ellos mismos cuando acuden a los días de visita, donde tardan de una a dos horas para ingresar, esperando expuestos al sol.
Su angustia también se derivó de que “no existe estrategia para intervenciones” como quedó demostrado la ocasión anterior, en marzo, cuando un motín terminó en hechos violentos que incluso cobraron vidas.
“Se dice, se escucha, que van a quitar lo poco que les deja uno, se los quitan, la comida se agradece pero no es igual a que compren en las tienditas, pero (los custodios) les quitan en las revisiones los cincuenta o cien pesos que les dejamos…”
Aseguraron que hay anomalías de las que ni el director ni el gobernador están enterados.