Hace falta interés y apoyo de las autoridades, para rescatar las fincas que se encuentran en abandono o en malas condiciones en los barrios que conforman el Centro Histórico, indicó Andrés Lecuanda Miloslavich, presidente de la asociación Imágenes Históricas.
De acuerdo al padrón realizado por la Dirección de Protección Civil en la administración municipal pasada, hay 450 fincas en riesgo alto, medio y bajo en el perímetro "A" y "B" del Centro Histórico, de las cuales, 40 estaban en riesgo de derrumbe.
Al respecto, Lecuanda Miloslavich señaló que los esfuerzos por rescatar inmuebles antiguos, se han concentrado solamente en la zona comercial del Centro Histórico, es decir, en los alrededores de la Plaza de Armas y los pasajes Hidalgo y Zaragoza, donde incluso se ha hablado de reactivar como habitacional los segundos pisos que se utilizan como bodegas.
Sin embargo destacó que "en los barrios no se está haciendo nada por mantener a la gente ahí y tratar de rescatar esos espacios para uso de vivienda"; señaló que incluso estos inmuebles en los barrios, son menos costos que los ubicados en el primer cuadro.
Mencionó que muchas personas dejan sus propiedades en abandono al no tener el recurso necesario para restaurarlas, o se enfrentan a demasiada tramitología para resolver problemas legales como juicios intestamentarios o hipotecas, así como para obtener permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Además, denunció que hay quienes intencionalmente dejan los inmuebles en abandono para que terminen cayéndose y hacer otra cosa que sea más redituable, "algunas (fincas) tienen recubrimiento de cantera que no es el original, y se ve la humedad en la fachada afectando toda la finca, es una práctica que utilizan algunas personas para dañar la finca y que se venga abajo".
En ese sentido, indicó que las autoridades tendrían un gran acierto si implementan un programa en el que todas las instancias involucradas, como el Instituto Registral Catastral, el INAH, el Colegio de Notarios, entre otros, trabajen en conjunto para dar facilidades a los propietarios de las fincas para resolver los problemas que tienen.
Destacó que por ejemplo el INAH ha sido flexible para permitir la restauración de edificios emblemáticos como la Casa de la Virreina y el antiguo Hotel Progreso, por lo que pidió sea igual para los habitantes de los barrios que forman parte del Centro Histórico, pues señaló que son ellos quienes "mantienen vivo al Centro y pueden ayudar a la reactivación económica, social, académica, cultural" del primer cuadro de la ciudad.