Es urgente aplicar estrategias con una visión geopolítica porque la riqueza de los desiertos como el altiplano potosino o los semidesiertos del norte del país, es el agua subterránea, que ha soportado 500 años de explotación minera y alimentaria y ahora soportará otro ciclo con la industria automotriz que generará un nuevo nodo de población mucho mayor que la ciudad de México.
Lo anterior convertirá a los estados de Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí en un espacio de conurbación mayor que la megalópolis, incluso se cree que habrá un desplazamiento local en los oasis si vienen extranjeros a apropiarse de los recursos como ya ocurre en algunos casos en San Luis Potosí y se citaron los grandes fraccionamientos residenciales de reciente urbanización donde no padecen escasez de agua, en cambio otros barrios y colonias potosinas sufren el llamado tandeo o carecen de agua por varias semanas.
La pérdida del agua no es el verdadero problema, sino la distribución aunque se advirtió que no se observa voluntad política de los gobernantes en ninguno de los órdenes de gobierno para resolver el problema, por lo que se sostuvo que se requiere de una mejor gobernanza y de una participación más activa de la sociedad.
Esto es parte de lo que se resaltó dentro del cuarto Encuentro de Estudiantes de Posgrados en Agua que organiza El Colegio de San Luis, COLSAN, donde se indicó que la inequidad social y la contaminación del agua son los principales riesgos de no incorporar una revisión geopolítica que permita una mejor administración del recurso, el acceso y el conocimiento de información estratégica entre la población.
Sobre todo lo consideró la investigadora María Guadalupe Galindo Mendoza, de la Coordinación para la Innovación y la Aplicación de Ciencia y Tecnología, CIACYT, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), quien también es coordinadora del Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento e Información Fitosanitaria de la máxima casa de estudios, quien ofreció la conferencia “Geopolítica de los Oasis en el Altiplano Potosino: reconstrucción histórica”, ante los alumnos del COLSAN y de El Colegio de la Frontera Norte, que se dieron cita en el encuentro que realizó el Programa de Agua y Sociedad que coordina la investigadora Cleotilde Hernández Suárez a través de la coordinación de la Maestría en Gestión Sustentable del Agua.
Finalmente añadió que el papel de los científicos, es el de presionar a los gobernantes a través del diálogo de saberes “este conocimiento estratégico del agua, no solo debe ser información en poder de industriales y políticos, es necesario que lo conozca la población en general porque se vuelve un instrumento básico en la toma de decisiones, por ello reconoció el esfuerzo y aportación del COLSAN para organizar este tipo de eventos académicos”.